Los futbolistas de Argentina citados por Sabella para el Mundiall de Brasil disfrutan de su día libre en la concentración bailando y cantando cumbia
28 jun 2014 . Actualizado a las 14:09 h.La sombra de Pelé no es alargada. Al menos, no tanto como la de Maradona. En este Mundial el brasileño juega en casa, es una de las caras más visibles y promocionadas por la organización, y su incuestionable palmarés lo convierte en una de las voces más respetadas en el fútbol. Con la misma asiduidad que es reclamado por los medios de comunicación, Pelé analiza equipos y juego, pero sus palabras, casi siempre tan encorsetadas, carecen de punch. Maradona, en territorio comanche, se baja del helicóptero apurando un Cohiba regalado por Fidel para comentar el Mundial en la televisión venezolana, uno de los países de Sudamérica con menos tradición futbolística, pero uno de los gobiernos con los que mejor se entiende, y casi antes de abrir la boca ya ha regalado un titular. A veces incluso literalmente antes de abrirla. Como ayer, cuando entró al plató con una camiseta en apoyo a Luis Suárez por la sanción, a sus ojos injustísima, con la que fue castigado: «¿Por qué no lo mandan a Guantánamo?», dijo. En la otra punta del fútbol, Pelé aseguraba que la decisión de la FIFA era «la correcta».
En donde el brasileño no se atreve a pronosticar favoritos, el argentino aventuró que Costa Rica, encuadrada en el grupo de la muerte con Inglaterra, Uruguay e Italia, sería «recogido en una bolsa». Y así todo. Casi dos formas de entender el fútbol y la vida que en este Mundial están encontrando proyección sobre el césped, de la ordenada y casi militarizada Brasil de Scolari a la anárquica e imprevisible Argentina de un Sabella en segundo plano.
Tanto dentro como fuera de los estadios en los que juega Argentina, suena, incansable, la ya popular Brasil, decime que se siente. Incluso los jugadores internacionales concentrados por Sabella, en su día libre, reunidos con sus familiares más cercanos, disfrutan bailando y cantando cumbia: «Maradona es más grande que Pelé».