«El pasado jueves fui parado por la policía local de Valencia en control de alcoholemia. Como cualquier ciudadano normal en sus vacaciones la cena con los amigos se alargó, y en vez de coger un taxi cogí el coche. Di positivo, sanción administrativa con multa y 4 puntos. Pido disculpas. Aprender de los errores. Gracias». Este es el mensaje publicado en las redes sociales por Unai Emery, entrenador del Sevilla, para aclarar un incidente en el que se vio involucrado estos días. El técnico vasco disfrutaba de las vacaciones en Valencia, ciudad en la que residió mientras entrenaba al Valencia CF y en la que conserva amigos. Tras su paso por el abrasador banquillo de Mestalla, Unai Emery recaló en Rusia en una aventura en el Spartak de Moscú, club en el que no le marcharon muy bien las cosas profesionalmente y en el que fue relevado por el excéltico Valery Karpin. En su paso por la capital rusa, Emery protagonizó un polémico episodo fuera de los terenos de juego, cuando fue pillado por una cámara de televisión besándose en un restaurante con una joven rubia local tras haber perdido el derbi contra el CSKA.
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