Lucas Pérez: «Vivo el sueño de muchos chavales que empezaron conmigo en la calle»

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Añora la Liga española, aunque es uno de los cinco mejores del campeonato griego

19 jun 2014 . Actualizado a las 14:13 h.

Nadie como este gallego para resumir el fútbol bizarro que enamora a los aficionados y reclaman los entrenadores con corazón a prueba de bomba. Nadie como Lucas Pérez (A Coruña, 1988), cuyos cuatro años de experiencia en la emigración (Karpaty ucraniano y PAOK griego) han añadido pragmatismo a su juego. Y a su vida.

-¿En qué momento se encuentra?

-Contento por haber progresado en mi vida deportiva. Y con ganas de seguir haciéndolo.

-¿Siente que ha crecido en Grecia?

-El PAOK es de los principales equipos de Grecia. Entrar en la previa de Champions y enfrentarte a grandes clubes de Europa como el Benfica y el Schalke eso siempre tiene que ser considerado un paso hacia adelante.

-¿Ese ha sido el salto en su carrera, o lo fue del Rayo a Ucrania?

-Yo creo que el salto en mi carrera está por dar. Mi sueño siempre ha sido jugar en una gran Liga, como puede ser la española. Pero no se pueden dar pasos de gigante siempre. No es conveniente precipitarse, ni equivocarse.

-¿Siente entonces que maneja los tiempos correctamente, o cree que va demasiado lento?

-Las circunstancias te obligan a dar ciertos pasos en determinado momento. Si hubieran sido otras mis decisiones, quién sabe si hubiese sido para mejor o para peor. Ahora estoy en una buena situación en mi vida. Estoy contento con lo que hago. Siempre soñé con ser futbolista profesional, jugar al alto nivel y lo estoy consiguiendo.

-¿Está preparado para jugar en España, o solo lo considera como lugar de retiro?

-A esta Liga no puedes venir a retirarte. El mínimo exigido en la Primera División española es elevadísimo. Es una de las mejores Ligas del mundo. Para mí la mejor. Yo no vendré aquí a retirarme. Al contrario, me siento preparado para competir contra los mejores.

-¿Cuando se escucha hablando de este modo, qué piensa del niño que se fue a jugar a Madrid?

-Veo que cumplió un sueño. La gente me reconoce y me siento que vivo el sueño de muchos chavales que empezaron conmigo en la calle. Si me miran y me admiran, más los admiro yo a ellos por seguirme a mí. Quién se lo iba a decir a un chaval de barrio, humilde como yo, que iba a estar en Ucrania, en Kazajistán o en Grecia.

-Es usted especialmente pragmático con este deporte.

-El fútbol es mi sueño, pero no deja de ser un negocio. El juego siempre es divertido, lo sigue mucha gente, es el deporte rey, pero a estas alturas yo juego porque es mi trabajo. Si no fuese así, no iría a Ucrania, o a Grecia. Jugaría con mis amigos por placer. Nada más.

-¿Volvería a irse?

-Sinceramente, sí. Porque he ganado cosas en mi vida que nunca soñé tener a mi edad. Y no hablo solo de dinero. Experiencia personal, amistades, madurez. Me ayudó a saber lo que quiero.

-¿Se ha sentido solo?

-Estando fuera de tu país, sí. El apoyo es mínimo. Aunque internet facilita un poco la comunicación, realmente estás solo. No te sientes solo cuando juegas. Te concentras y cuando saltas al campo, todos los problemas quedan a un lado. Pero cuando te sale un mal partido o acabas mal un entrenamiento y necesitas a tu gente, ahí te sientes solo. Aunque en Salónica la gente es más cercana que en Lviv.

-¿Qué opina de la violencia como la de la semifinal de Copa?

-El ambiente es bonito de vivir, pero cuando te tiran botellas, cubos de hielo, pescado, bengalas... Nunca había vivido un ambiente de fútbol tan agresivo. No sabes en qué momento te puede pasar cualquier cosa. Creo que la federación griega debería tomar medidas.

-¿No se cansa de volver a empezar?

-Para nada, no es empezar. Es progresar.