Campeones de Europa en mayo y hundidos en el inicio del Mundial
18 jun 2014 . Actualizado a las 19:08 h.Las sensaciones cambian a cada instante en el fútbol. Y si no que se lo cuenten a los jugadores del Real Madrid que participan en el Mundial. Hace menos de un mes, se alzaron con la Liga de Campeones en Lisboa. Todo era alegría, optimismo y aires de indestructibilidad. Pero, en la primera jornada del torneo de Brasil, salvo por contadas excepciones, rubricaron actuaciones para olvidar. Entre lesiones, pifias y varapalos, los poseedores del título europeo no parecieron ni la sombra de lo que eran hace unos días.
Iker Casillas fue una de las decepciones de la jornada inaugural. Encajó cinco goles. El cuarto fue especialmente doloroso, ya que, tras un mal control, le sirvió el cuero a Van Persie para que este lo enviase a la red. Sergio Ramos, que acabó el curso como un avión, naufragó contra el ataque de la selección holandesa. Robben le hizo sentirse lento. Menos castigo sufrió Xabi Alonso, desbordado en el centro del campo, pero autor de un gol.
Cristiano Ronaldo, santo y seña de los blancos, fue humillado en el debut de Portugal contra Alemania. Renqueante durante semanas, acabó desesperado. En ese mismo partido, Coentrão abandonó el césped en camilla (se perderá lo que resta de torneo) y Pepe vio la cartulina roja directa tras un altercado con Muller.
Marcelo tampoco se salvó de las pifias. Un gol en propia puerta del lateral izquierdo sembró la incertidumbre en el debut de la anfitriona Brasil. El árbitro ayudó a arreglar el desaguisado ante la Croacia de un aceptable Modric.
Di María tampoco desarrolló un rol preponderante contra Bosnia. Además, se recupera de una sobrecarga muscular y ayer no se entrenó con Argentina.
Dentro de las caras más alegres del Real Madrid en la primera jornada figura Sami Khedira. Titular de la potente Alemania, completó los 90 minutos de la goleada sobre Portugal. En Francia, Benzema exhibió su instinto asesino contra la débil Honduras, mientras que Varane firmó una actuación sin sobresaltos en una zaga poco exigida.