El grito del «mudo» Kawhi Leonard

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

Bob Donnan

La emergente estrella de los Spurs saca su carácter para decidir el tercer partido de la final contra Miami

12 jun 2014 . Actualizado a las 21:14 h.

Con el Miami-San Antonio ya decidido, Kawhi Leonard recibió una particular felicitación de su entenador, Gregg Popovich. El alero se dirigía al banquillo durante un tiempo muerto a cuatro minutos del final, y el veterano entrenador salió a su paso y le golpeó repetidas veces el pecho. Leonard, todo fibra a sus 22 años, con dos metros de altura y casi 100 kilos de peso, parecía encogerse ante los puñetazos del setentón Popovich. Acababa de hacr el partido de su vida en unas finales de la NBA. Pero así es el mudo Kawhi Leonard, cuya erupción en el tercer partido apenas sorprendió a los entendidos. Y él actuó como si nada.

En su tercer año en los San Antonio Spurs, Leonard es considerado el futuro de la veterana plantilla texana. En algún momento que se empeñan en postergar, los Duncan, Parker y Ginóbili le cederán el testigo al californiano, que mientras calla, escucha y aprende. Sin tatuajes, sin trash talking, con una mirada de abajo arriba como de niño entre mayores, Leonard madura a fuego lento como un complemento de lujo pero de vez en cuando muestra su potencial de estrella. Lo hizo en los play offs del año pasado y lo vuelve a hacer ahora en la final contra Miami y contra LeBron James, a quien le toca defender muchos minutos.

En el tercer partido, el arranque de Leonard fue brutal. Anotó 14 puntos sin fallo en apenas 7 minutos de juego. Venía de sufrir una pesadilla: en el choque anterior disputado en San Antonio, no fue un factor en ataque y LeBron le eliminó por faltas. Reaccionó sacando un carácter que sus veteranos compañeros saben que lleva dentro pero que, tímido y apocado, le cuesta lucir. Un defensor de élite a pesar de su juventus, con unos brazos largos y unas manos como tenazas gigantes, Kawhi Leonard es también un buen tirador de tres (41 % en toda su carrera) y mejores números de anotación en play offs que en la temporada regular.

«Simplemente entré en ritmo después de tener problemas en el primer y segundo partido». Es lo más parecido a un titular que Leonard dio después de su exhibición en Miami: 29 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias, 2 robos de balón, 76 % de acierto en el tiro... Popovich no vio sorprendente la actuación del joven talento: «Fue él mismo. Todo el año estuvo jugando así. Tiene que ser uno de los mejores en la cancha o no seremos lo suficientemente buenos. Y tiene talento para hacerlo. No hay lugar para ser mediocre: ésta es la final de la NBA».

El año pasado, ante el mismo rival y en el mismo escenario, Kawhi Leonard falló un tiro libre que después de tornaría decisivo con el milagroso triple de Ray Allen que forzó el séptimo partido y hundió la moral de los Spurs. En la noche del martes, el joven talento que sostendrá el futuro de la franquicia de San Antonio dioi el primer paso para borrar la mancha de su historial. Nadie le oirá decir nada al respecto.