Las luces del curso rojiblanco empequeñecen a las sombras

M. Pichel LUGO / LA VOZ

DEPORTES

Óscar Cela

El Lugo hizo vibrar a su afición ante los grandes de la categoría

10 jun 2014 . Actualizado a las 11:30 h.

Los momentos de luz del Lugo en la temporada recién despedida alcanzaron tal brillo, que tienen la capacidad de encoger las sombras, que las hubo. Lucidez, repite Setién. Necesaria para ganar en estadios históricos, superar a rivales de relumbrón, colocarse por derecho entre la élite. Hitos de la campaña.

Inicio

Primera victoria, a la tercera

El Lugo vistió de largo el quinto proyecto de Quique Setién en el Ángel Carro, contra el Numancia. Un tempranero 17 de agosto de 2013, rojiblancos y numantinos firmaron un empate sin goles. Era la primera señal de lo que la defensa del Lugo podía dar de sí. Para observar las prestaciones del ataque hubo que esperar a la tercera jornada. Se ganó al Jaén por 4-2, con golazo de Seoane, dos de Rennella y otro más de Pablo Sánchez. Casualmente, pichichi y segundo máximo realizador al final.

Competitividad

Ante los grandes, sin complejos

La primera campaña en Segunda, los aficionados rojiblancos tomaron apuntes de lo que su equipo podía hacer: pese a las limitaciones, diferencias de potencial, fichas y presupuesto, todos los complejos que se pudieran tener se difuminaban ante los grandes. Y este curso, se acentuó hasta niveles de disfrute máximo. En casa, se puede recordar la goleada a un que Las Palmas todavía pelea por ascender en la promoción (3-0). Pero fuera, no asustó La Romareda (0-1), ni el Heliodoro (0-1), ni Son Moix, ni un Riazor en el que se permitió el lujo de apropiarse del balón para disfrute de los miles de seguidores que se desplazaron hasta allí.

Cabeza

Un histórico segundo puesto

Duodécima jornada de Liga. El Lugo visitaba Mallorca y obtenía un punto ante el que aún entonces, y pese a su discreto comienzo de curso, se consideraba el principal favorito al ascenso (recién descendido de Primera), con 0-0. El equipo sumaba su punto 21, una mayoría de edad de las de antes, coronada con la segunda posición. La imaginación se disparó. Ni los sueños más gloriosos de los aficionados más optimistas contarían con algo de tal calibre. Pero no había regalo en el éxito. Venían de vapulear en una primera parte de ensueño al líder Recreativo, hasta entonces intratable. Le hicieron 0-3, con tantos de Peña, Rennella y Pablo Sánchez, aunque terminarían empatando aquel duelo (3-3). El equipo se codeaba como uno más en la zona de cabeza, en la promoción, presumiendo de color en un mundo monocromo.

Impás

Siete jornadas sin ganar

Entre la jornada 14 (0-2 a la Ponferradina), y la 22 (0-1 al Numancia), el Lugo solo fue capaz de sumar dos empates. Pese a todo, la igualdad imperante en la categoría les permitió salir del impás victorioso con solo tres puntos de desventaja de la zona de promoción, que volverían a recuperar con 10 puntos de 12 posibles. A partir de ahí, la realidad se hizo cambiante.

Gol

Sequía y atasco forastero

El mal endémico del Lugo durante toda la temporada fue canalizar hacia la red rival su torrente creativo. El gol es el producto más caro, y aunque Rennella (al que una lesión castigó) mantuvo el tipo, la sequía se hizo patente. Sobre todo, fuera de casa. Lo demuestra que en toda la segunda vuelta solo se ganase un partido a domicilio: el primero.