Mundial de Brasil 2014: El decálogo de Mauro Silva

DEPORTES

CESAR QUIAN

Campeón del mundo con Brasil en 1994, el exdeportivista analiza para La Voz de Galicia las claves del anfitrión y máximo favorito para ganar el Mundial

12 jun 2014 . Actualizado a las 17:23 h.

eymar y Oscar son los futbolistas que por su inmenso talento están destinados a conducir a Brasil a su sexto título mundial. Así lo espera Mauro Silva, campeón con la canarinha en 1994, cuando militaba ya en las filas del Deportivo.

Mauro jugó aquel torneo a las órdenes de Carlos Alberto Parreira, que ahora secundará a Luis Felipe Scolari en la dirección de la selección brasileña. Ese binomio aportará «motivación y rigor táctico» al equipo, que es «el gran favorito» al triunfo final.

«Hablo con los dos técnicos y los veo muy tranquilos ?concede Mauro?, pero es que recuerdo una charla con Parreira antes de la Copa Confederaciones y ya entonces me contaba que lo que estaban preparando era el equipo para el Mundial».

En su opinión, ese largo rodaje ha sido «clave» para conjuntar a un grupo sin la experiencia mundialista que sí acumulaba Brasil en 1994 y el 2002, las dos últimas veces que ganó el torneo. El nuevo bloque se ha armado con futbolistas «con tablas en Europa» y será la base de un equipo «pragmático», característica que Mauro atribuye a esta selección por encima del jogo bonito. «Manda la victoria, porque lo único que de verdad importa en Brasil es que el equipo gane el Mundial», sentencia.

Con todo, sabe que su equipo siempre es garantía de fantasía y arte. Estará en las botas de Neymar y Oscar, pero también en las de un joven talento llamado Bernard, «un extremo de esos que todo entrenador quiere tener a mano». Las que siguen son, a juicio de Mauro, las claves de esta selección brasileña.

Manda la victoria

«El Mundial de 1994 en Estados Unidos marca un antes y un después en la trayectoria de la selección brasileña. Siempre hay quien reivindica en Brasil el jogo bonito del equipo de 1982, y ya no digamos el de 1970, pero también hay quien defiende que los últimos torneos se ganaron desde un planteamiento más eficaz. En esta ocasión, la única clave del Mundial para nuestro equipo es el triunfo final. Manda únicamente la victoria, y por eso me inclino a pensar que el equipo que vamos a ver estará más próximo a esta segunda idea. Hoy, la mayoría de nuestros jugadores están en Europa y desde 1994 se acabó eso de que solo unos pocos bajen cuando toca defender».

Scolari y Parreira

«Para preparar este Mundial, la Confederación Brasileña ha confiado en los entrenadores que ganaron los dos últimos mundiales, en 1994 y el 2002. Los conozco bien porque estuve a sus órdenes en la selección. Luis Felipe Scolari es un motivador nato, capaz de utilizar cualquier elemento para enardecer a su equipo, y eso le hace especialmente apto para estos torneos cortos. Maneja a la perfección la psicología de grupo. Junto a él está Carlos Alberto Parreira, que se ocupa sobre todo de la parte táctica, para la que está muy preparado. Mantengo contacto con los dos y la verdad es que los veo muy tranquilos ante este reto».

Sin duda, el favorito

«Creo que Brasil es favorito para ganar el Mundial por el hecho de jugar en casa. Todo el mundo pudo ver lo que fue la afición durante la Copa Confederaciones, pero ya anticipo que eso no es nada comparado con lo que se avecina. Scolari, buen motivador, es un experto en manejar el factor de la afición en su provecho, y los futbolistas van a estar muy concentrados. Además, el seleccionador lleva tiempo trabajando sobre la presión psicológica que pesará sobre jóvenes como Oscar o Neymar por la obligación de ganar la Copa del Mundo. Esto me genera alguna duda más, porque es cierto que para los brasileños solo vale el triunfo».

Un 4-2-3-1 muy definido

«El grupo con el que vienen trabajando Scolari y Parreira es el de la Copa Confederaciones, y eso es muy lógico. Los jugadores que ganaron el Mundial del 94 se habían rodado en el del 90, y los del 2002, en el del 98, en Francia, donde habían disputado la final. Pero este es un grupo nuevo, sin demasiada experiencia mundialista, así que necesitaba cierta continuidad. Si todo va según lo previsto, el once inicial, con el dibujo 4-2-3-1, será el siguiente: Julio César; Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho; Hulk, Oscar, Neymar; y Fred. Con alguna duda que ahora detallaré».

Julio César y Fred, dudas

«Hay dos jugadores que preocupan especialmente a los aficionados brasileños. Uno es el portero titular, Julio César, que hace cuatro años estaba entre los mejores del mundo. Pero la última temporada la ha completado en la Liga canadiense y no está muy claro cuál será su rendimiento en la alta competición. El otro es Fred, el único delantero centro que realmente garantiza goles, pero que viene de una serie de lesiones preocupante. En el 94, por detrás de Bebeto y Romario teníamos en el banquillo a Ronaldo y a Muller. El gol estaba asegurado; era el menor de nuestros problemas. Ahora no».

Neymar y Oscar

«Tengo la impresión de que la solidez de Brasil como conjunto está garantizada. Tanto en la defensa como en el centro del campo hay hombres de contrastada experiencia en buenos equipos de Europa, y el conjunto va a ser fuerte. Hernanes, Fernandinho o Ramires son buenas opciones también para apuntalar el medio campo. En cuanto al mando del grupo, los jugadores que van a tener que echarse a Brasil a la espalda por la calidad que atesoran son Neymar y Oscar, y los dos son muy jóvenes. Por eso, con ellos se está trabajando mucho la motivación. En ese sentido, Hulk puede tener también cierto protagonismo, porque es un futbolista muy fuerte, aunque quizá no posea la calidad de los otros dos».

Sin Filipe ni Lucas Moura

«Tal vez en mi hipotética lista del Mundial incluiría a Miranda, el central del Atlético, pero no lo tengo tan claro con Filipe Luis, exdeportivista como yo. En las oportunidades que tuvo con la selección no dio ni de lejos su mejor nivel, y por eso no convenció a Scolari, que tampoco se la va a jugar en un torneo tan corto, sin tiempo para integrar a alguien en el grupo. Más extremo aún es el caso de Lucas Moura. Nadie lo echa en falta por aquí, porque tuvo muchísimas opciones para lucirse y estuvo siempre desacertado. Su puesto queda bien cubierto con Bernard, con un perfil muy parecido y que lo borda cada vez que le dan unos minutos».

Atención a Bernard

«Bernard es, de hecho, otro de los futbolistas que están llamados a hacer grandes cosas en esta selección brasileña, aunque posiblemente como revulsivo más que como titular, saliendo del banquillo en la segunda parte. El extremo del Shakhtar Donetsk es rápido, vertical y muy desequilibrante; el típico futbolista que un entrenador quiere tener siempre a mano por si necesita cambiar el ritmo de un partido que se le está atascando. Es evidente que Scolari y Parreira confían muchísimo en él, así que seguro que va a tener minutos y actuaciones deslumbrantes en esta Copa del Mundo».

Del calor al frío

«Se está hablando mucho del calor que hace en mi país y de cómo afectará a los futbolistas, pero sin tener en cuenta dos aspectos importantes: que vamos hacia el invierno y que Brasil es enorme. Acabo de estar en Manaos, donde jugará Alemania, y es cierto que ahí puedes encontrarte con altas temperaturas y mucha humedad. Pero hay seis horas de vuelo entre Manaos y Sâo Paulo, donde acabamos de tener una mínima de -3. De día hará fresco en esta ciudad, y en Porto Alegre puede ser aún peor. Estas diferencias térmicas podrían marcar también el desgaste de los equipos».

España, Argentina...

«Brasil necesita ampararse en un buen arranque, porque el grupo que le ha tocado no debe darle problemas. Arropado por la afición, el inicio ante Croacia parece asequible, y tampoco creo que México, que suele crear dificultades, vaya a dar la sorpresa esta vez. Los rivales de entidad llegarán más adelante. Por detrás de Brasil, creo que los favoritos son España, Alemania, que siempre cuenta, y sobre todo, Argentina, con la que tenemos una fuerte rivalidad. Jugará sin la presión de Brasil y eso la hace peligrosa porque vendrá con la idea de estropear la fiesta, aunque a nadie se le pasa por la cabeza aquí un maracanazo como el de 1950. Italia es otra de las selecciones con las que también habrá que tener cuidado».