Fabiano Soares: «Estoy en buena forma, pero con arrugas y algún kilo de más»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

XOAN A. SOLER

Acaba de firmar su renovación como segundo técnico del Estoril portugués

31 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

FABIANO SOARES ASCENDIó CON EL COMPOSTELA EL 1 DE JUNIO DE 1994

Fabiano Soares era la estrella del Compos que el 1 de junio de 1994 logró el ascenso a Primera División en el Carlos Tartiere de Oviedo. El centrocampista hispano brasileño estará mañana en el estadio de San Lázaro para recordar aquella histórica cita. Fabiano acaba de ampliar su contrato con el Estoril, equipo portugués que disputará otra vez competición europea.

-Vuelve usted a una convocatoria veinte años después.

-[Se ríe] Estoy muy contento, claro, porque es una llamada que no me esperaba. Será un día especial, podré ver, saludar y abrazar a excompañeros que llevo muchos años sin estar con ellos. Desde luego que será una cita muy gratificante. Tenía dudas de poder llegar, pero ya arreglé mi contrario y estoy muy contento de poder participar en esta fiesta.

-¿Cómo se encuentra usted veinte años después?

-Es mucho tiempo, pero parece que fue ayer. Es increíble. La verdad es que estoy en buena forma, pero con arrugas y con algún kilo de más. [Vuelve a sonreír] Lo importante es participar, disfrutar y ver a muchos amigos que hace tiempo les perdí la pista. Habrá que actualizar la agenda y ahora con el WhatsApp será más fácil mantener el contacto.

-¿Qué recuerda de aquel día?

-Antes de viajar a Oviedo fallamos en San Lázaro, en donde teníamos que haber ascendido. Los nervios nos traicionaron. Era el día perfecto. Fuimos mejores que el Rayo, pero no fuimos capaces de marcar. En el desempate en Oviedo salimos muy concentrados y teníamos un equipo que sabía jugar en grupo. Formábamos un colectivo muy compacto y difícil de batir. Teníamos mucha fe y mucha confianza en nuestras posibilidades. Saltamos al campo a mil por hora y fuimos superiores al rival.

-Mejor hubiese sido ascender en el estadio de San Lázaro, ¿no?

-[No lo duda ni un segundo] Claro. El estadio estaba lleno y estábamos todos preparados para celebrarlo. Creo que nos pesó la responsabilidad y no jugamos tan bien como lo hicimos unos días después en Oviedo. No fallamos en el desempate, pero a todos nos hubiese gustado resolver en casa, pues nuestra afición se lo merecía.

-¿Cuándo se dieron cuenta realmente que el Compostela podía lograr el milagro?

-Creo que tras el empate de Vallecas empezamos a ser conscientes de nuestras opciones. Le teníamos mucho respeto al rival, que estaba en Primera División. Teníamos que jugar en un campo muy complicado y ante jugadores de gran experiencia y calidad. Nosotros contábamos con un entrenador muy exigente, que no nos dejada dormir en el campo ni un solo segundo y que sabía exprimir hasta la última gota de cada futbolista.

-¿Cuáles cree usted que fueron las claves del ascenso?

-El bloque que teníamos. No había estrellas. Además, la gente de arriba (Ohen, Moure, Lucas y José) metía muchos goles y sacaba petróleo de cada jugada. El equipo defendía muy bien y tenía mucha ilusión.

-¿No era Fabiano la estrella de aquel equipo?

-No, por supuesto que no. Las estrellas son siempre los que marcan los goles. Yo intentaba ayudar ofensiva y defensivamente, pero era uno más.