La ayuda de los jóvenes del filial fue necesaria en un curso lleno de trampas
19 may 2014 . Actualizado a las 07:10 h.El plantel del Ourense realizó en la recién finalizada campaña notables esfuerzos, desde los problemas para cobrar sus salarios desde los primeros meses, a los minutos que tuvieron que acumular muchos futbolistas, incluso con lesiones que otros hubieran utilizado como pretexto para borrarse.
Y eso que, tras el desgaste de la campaña anterior, con hasta siete jugadores superando los 2.400 minutos en el Liga, esta vez se trataba de evitar ese trabajo extra, que a la postre se reiteró por obstáculos muy similares en muchos casos a los de 2012/13.
Luisito volvió a utilizó a un jugador más en el torneo regular -esta vez fueron 24-, pero cabe recordar que el último de ellos -el canterano Álex- disputó solo el período de prolongación, en el partido de clausura ante el Logroñés. Y es que si un año antes, Jona salió para firmar su contrato por el Granada, esta vez fue Pinillos -el único lateral zurdo específico- el traspasado al Córdoba.
Juan Martínez repitió también su infortunio, esta vez mucho más allá de la primera jornada, pero igualmente traumático tanto para el futbolista, como para el resto de sus compañeros, entre los cuales Manu Táboas, Josu, Óscar Martínez, Noguerol y Adrián Cruz se perdían varias semanas por diversos inconvenientes físicos.
Y todo sin olvidar la exigencia de una Copa Federación que se terminó ganando, con un coste de 13 partidos más, por lo que también fueron varios los jóvenes que llegaron desde el filial, incluidos otros cuatro convocados en Liga que no llegaron a jugar un minuto (Aarón, Miguel, Toni o Peli).
Así fue un recién llegado, Iker Alegre, el más utilizado por Luisito, rozando los 3.000 minutos en 34 encuentros de la Segunda B. Los mismos que jugó Yebra, aunque con menos tiempo sobre el terreno de juego. Ellos dos y el meta Pato fueron los únicos que superaron los 2.500 minutos ligueros, por delante de Josu, Portela, Moisés, Álex, Valle, Javi Hernández, Cruz e incluso un Pinillos que pese a jugar solo hasta diciembre estaría incluido en el once más habitual, en detrimento de Óscar y Gustavo.