Sevilla-Benfica: Reyes, ante la oportunidad de su vida

Dpa

DEPORTES

Marcelo del Pozo

La final de la Europa League permite al sevillano poner el broche de oro a su carrera

14 may 2014 . Actualizado a las 18:32 h.

En enero del 2004 abandonó el Sevilla para intentar despegar, pero su prodigiosa zurda perdió el rumbo entre la niebla de Londres. Una década después, José Antonio Reyes tiene la oportunidad de cumplir su sueño desde que era niño: ganar un título con su equipo del alma. Nadie dirá que el futbolista español pasa por su mejor momento antes de afrontar la final de la Europa League en Turín contra el Benfica, uno de los varios equipos donde jugó sin dejar la huella que prometía. Salvo en Sevilla, levantó algún trofeo allá donde jugó.

Sus números de esta temporada no dicen nada, su pierna izquierda perdió precisión y sus músculos ya no tienen ese impulso que lanzó su carrera. Pero muchos opinan que las finales se ganan más con corazón que con cabeza y fútbol. Y esa teoría pone el foco sobre Reyes. «Para mí estar aquí es ya un sueño. Sólo pensar que podemos ganar la UEFA me hace tan feliz que me cuesta creerlo», dijo recientemente Reyes, de 30 años, al diario ABC. «Cuando era pequeño me imaginaba ganando un título con el Sevilla», añadió el delantero, que acumula 10 partidos y dos goles en la presente Liga Europa.

Reyes aterrizó en el Sevilla con 12 años, una sonrisa pícara y sin saber apenas leer ni escribir. Su fútbol explotó pegado a la línea de banda y el delantero se convirtió en un ídolo de su afición. El nombre de Reyes comenzó a aparecer en todos los análisis y en el 2004 el Arsenal realizó una oferta -cerca de 34 millones de euros- que ni el club ni el jugador pudieron rechazar. Unos meses antes, el Real Madrid pagó una cifra similar por David Beckham y el Barcelona se hizo con los derechos de Ronaldinho por una cantidad inferior.

Reyes, elegido por la revista World Soccer como «estrella futura» y descrito como futbolista «de fantasía, desbordante de ritmo, elegancia y disfrute», estaba en la elite. Pero tenía el corazón dividido cuando se marchó. «Soy el hombre más feliz y más triste a la vez. Siempre llevaré al Sevilla en mi corazón», dijo en su despedida, cuando el dinero que dejó en caja comenzó a gestar el Sevilla más existoso de la historia, campeón de la UEFA en el 2006 y el 2007.

Armó una maleta y se plantó en Londres, donde Reyes deslumbró en sus inicios con el Arsenal. Pero pronto se dio cuenta de que la capital británica no era su lugar. El cambio de la cálida y relajada Sevilla por la frenética y fría Londres fue muy drástico a pesar de que los triunfos -Premier, Copa y Supercopa- no tardaron en llegar. «Como en España no se está en ningún sitio», dijo en una entrevista con Dpa en el 2006. «No me he adaptado a Londres. El clima y el idioma han sido muy difíciles para mí», reconoció más tarde.

Tras no jugar ni un minuto en la final de la Liga de Campeones que perdió en el 2006 el Arsenal con el Barcelona -«Fue la gota que colmó el vaso», dijo-, aterrizó como cedido en el Real Madrid. Fue decisivo y marcó dos goles en el partido que dio la Liga al conjunto blanco. Reyes fichó por el Atlético de Madrid, que pagó al Arsenal 12 millones de euros. En el otro equipo de la capital, la irregularidad del futbolista se convirtió en algo habitual y tuvo enfrentamientos con varios entrenadores debido a su fuerte carácter. «Reyes no es un profesional y el Atlético se equivocó al darle galones a un jugador que no se los merece», llegó a decir el técnico Abel Resino en el 2011.

Tras una temporada cedido en el Benfica, Reyes regresó al Atlético para conquistar la Liga Europa en el 2010 de la mano de Quique Sánchez Flores, un entrenador con el que siempre se entendió. Su marcha propició la salida de Reyes, que decidió volver a su origen. «Vuelve uno de los grandes», proclamó en enero de 2012 el Sevilla en un comunicado. Sin embargo, hasta ahora hubo poco rastro del Reyes grande.

Pero diez años después de hacer las maletas a Londres, tendrá una nueva oportunidad de lograr lo que siempre soñó. «Todo pasó muy rápido. El debut, ser parte importante del equipo, la oferta del Madrid, el interés del Arsenal. Apenas me dio tiempo para saber qué estaba pasando. En poco tiempo me vi en Londres. Luego en Madrid, después en Lisboa, de nuevo en Madrid. Y yo ya hacía tiempo que quería volver. Para mí estar aquí es ya un sueño», recordó recientemente.