Detenido un ultra de la Roma por disparar a aficionados del Nápoles

Europa Press

DEPORTES

MASSIMO PERCOSSI

Un joven de 30 años tuvo que ser operado de urgencia tras recibir un tiro en la columna vertebral

05 may 2014 . Actualizado a las 12:20 h.

Un conocido ultra del Roma se encuentra bajo arresto por haber sido supuestamente el autor de los disparos que hirieron ayer a tres aficionados napolitanos, uno de ellos de gravedad, antes de la final de Copa Italia entre el Nápoles y el Fiorentina en el estadio Olímpico de Roma. El ultra es Daniele De Santis, de 48 años, que se encuentra en el Hospital Gemelli de Roma ya que también resultó herido en los altercados antes del encuentro.

Según los investigadores, De Sanctis que trabaja en un negocio en la zona donde se produjeron los disparos «provocó» lanzando algunos petardos a un grupo de aficionados del Nápoles que se dirigían al estadio. Ante la «violenta» reacción de los aficionados del Nápoles que le habían rodeado, el arrestado sacó la pistola y comenzó a disparar e hirió a tres hinchas.

El más grave es Ciro Esposito, de 30 años, que recibió un disparo en el tórax que alcanzó la columna vertebral y tuvo que ser operado de urgencia durante la noche y su estado es considerado crítico por los médicos del hospital Gemelli, donde también fue trasladado.

Los otros dos aficionados son un hombre de 43 años, que resultó herido de bala en una mano y otro de 32 años, que recibió dos disparos, en la mano y en el brazo, pero cuyo estado no reviste gravedad.

Los medios de comunicación italianos señalan a De Sanctis como uno de los líderes de uno de los grupos ultra del Roma y ya conocido por ser uno de los que durante el derbi Lazio-Roma del 21 de marzo de 2004 obligó a suspender el partido al haberse difundido en el estadio el rumor de que un niño había sido atropellado por una furgoneta de la Policía. De Sanctis era uno de los ultras que bajaron al césped a hablar con el capitán romanista, Francesco Totti, para obligar a que no se jugase, a pesar de que en varias ocasiones se informó por los altavoces del estadio Olímpico que la noticia de la muerte del niño no era verdad.

Además de los tres hinchas napolitanos, también resultaron leves cinco agentes de las fuerzas del orden en los altercados que se produjeron antes de la entrada de los aficionados al estadio.

La final de la Copa de Italia, que debía empezar a las 21.00 horas, ha comenzado con 45 minutos de retraso debido a los incidentes que se produjeron antes del partido. Este hecho provocó que durante unos minutos, los representantes de ambos equipos y de la Lega italiana se planteasen sobre el terreno de juego del estadio Olímpico si era pertinente disputar la final de Copa, por el estado demasiado exaltado de los hinchas del Nápoles.

Ante esta situación, el capitán del equipo de Rafa Benítez, el eslovaco Marek Hamsik, decidió acudir a la curva norte del Olímpico para hablar con los representantes de los aficionados napolitanos más radicales y pedir calma. Pese a que este gesto provocó que desde ese fondo se lanzasen numerosas bengalas, una de las cuales alcanzó a un bombero, al final se decidió que el encuentro se disputase. Hamsik regresó al vestuario para unirse al resto de sus compañeros y el trofeo de la Copa de Italia volvió al terreno de juego, media hora después de la hora oficial de inicio del partido.

Tras la final, en la que se impuso el Nápoles por 3-1 al Fiorentina, no se produjeron incidentes