El combinado saharaui jugó ayer en Vigo con el fin de visibilizar su situación
29 mar 2014 . Actualizado a las 06:00 h.Cuentan quienes lo han vivido que en los campamentos del Sáhara «los niños no tienen otra cosa que hacer que practicar fútbol». El deporte juega un papel fundamental en sus vidas y mediante él pretenden también «hacer llegar a la gente la injusticia» que sufre su pueblo. Así lo explica Baba, integrante de la selección saharaui que, con ese fin, estuvo ayer en Vigo para jugar un partido contra un combinado de veteranos.
El campo de Candeán fue el escenario del segundo encuentro de una pequeña gira por Galicia que les llevó el jueves a Lugo y hoy a Noia. «Organizamos todo tipo de actividades para recaudar fondos y hace dos meses que planteamos esta iniciativa. El fútbol siempre tira mucho», explicaba Milucho Portela, de Solidariedade Galega co Pobo Saharaui, que puso en marcha el evento.
Aseguran que fue fácil tanto reunir a los veteranos vigueses -pese a que el partido del Celta indoor «condicionó la alineación»- como encontrar el escenario. «Coincidía nun día festivo e para nós é algo bonito que veña xente de fóra á que lle fai ilusión, poder axudalos e facer algo diferente a xogar sempre cos da casa», contaba la presidenta del Candeán, Mari Carmen Martínez, antes del encuentro. «Son xente que non ten medios, e é un pracer deixarlles os nosos. Estamos para iso».
La selección juega periódicamente en España, pues algunos de sus integrantes han pasado etapas aquí en acogida. «Caí en una familia futbolera y algunas veces me llevaron a Mestalla», cuenta Baba, que tiene a su «segunda familia» en Valencia, donde estuvo varios veranos. «Para nosotros el fútbol era verlo por la tele y jugar nosotros descalzos. En el estadio, al vivirlo con tanta gente, te sentías raro. Te preguntabas: '¿Pero por qué chillan tanto? ¿Por qué hacen eso?'».
En el partido de ayer, la entrada era «la voluntad», y se realizó también el sorteo de un balón. «Lo importante aquí no es el afán de recaudar, sino disfrutar del fútbol y dar a conocer su causa. Pero, euro a euro, todo suma», concluía Milucho.
Los protagonistas del choque, encabezados por el capitán Brahim, solo repetían una palabra antes del mismo: «Gracias».