El balonmano ha echado raíces también en Rodeiro. Después de comenzar los primeros entramientos la temporada pasada, en esta ha debutado en competición con un equipo, el alevín. Pero a este grupo se une también otro formado por prebenjamines y benjamines, cuya actividad hasta ahora se ciñó a los entrenamientos aunque podrían saltar a la pista antes de final de temporada en un amistoso.
Son cerca de una treintena de niños entre 6 y 12 años los que se entrenan bajo las órdenes del lalinense Paco Aguiar. Divididos en dos grupos, tienen entrenamientos los lunes o los miércoles. «Estamos muy ilusionados, cada vez les gusta más», aseguró el técnico. La pasión por este deporte ya ha conquistado a nuevos jóvenes. «Ahora vamos a tratar de formarlos (...) Potencial existe», aseguró el que también es técnico del Balonmán Lalín, quien recordó que han logrado plantar cara a equipos con más entrenamientos.
Desplazamientos
Con este presente, el Rodeiro mira al futuro intentando crear su propio club. En estos momentos, están integrados con el Balonmán Deza para poder competir pero el objetivo es tener entidad propia.
El equipo, que juega como local en el pabellón municipal de Rodeiro, tiene su principal obstáculo en este estreno en la competición en los desplazamientos. En ocasiones, optan por acudir con vehículos de los propios padres y, otras veces, cuando coinciden destinos también comparten transporte con el Balonmán Lalín. Pero con la ilusión superan todos estos obstáculos.