Fernando Alonso, con un esbozo de sonrisa

La Voz DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO | COLPISA

DEPORTES

Las buenas sensaciones de Ferrari durante la pretemporada cobran fuerza en los primeros kilómetros del GP de Australia

14 mar 2014 . Actualizado a las 23:32 h.

Había un resquicio de esperanza para la sorpresa, pero las primeras horas del Mundial de 2014 confirmaron lo que en pretemporada ya se había intuido: Mercedes es el equipo a batir. Lewis Hamilton y Nico Rosberg no sólo demostraron ser rápidos a una vuelta (más de medio segundo a sus rivales), sino también que cuentan con un ritmo de carrera un punto superior al de los contrarios

Sin embargo, a Mercedes le ha salido un rival más duro de lo que ellos mismos pensaban: Fernando Alonso. El piloto español no sólo les dejó atrás en la primera sesión de libres de este viernes, sino que fue el único capaz de seguirles la estela en los segundos entrenamientos, que dominaron Hamilton y Rosberg con solvencia sobrada. Alonso se ha acomodado a la perfección al F14-T, que de momento parece haber nacido con ganas de alzarse con el primer campeonato de la nueva era turbo de la Fórmula 1.

Las sensaciones no pueden ser más positivas. Si bien el punto flaco parece volver a ser el ritmo a una vuelta, la gran clave de esta temporada, la fiabilidad, está más que conseguida. A falta de ver lo que ocurrirá el domingo en el Albert Park, Ferrari ha conseguido colocarse en una posición de poder con respecto a sus rivales. Alonso consiguió realizar varios stints largos no sólo sin ningún problema, sino a un ritmo superior en ciertas ocasiones al de la pareja de Mercedes. ¿Eso implica una victoria asegurada? Ni mucho menos, pero sí garantiza que al menos no comenzará el Mundial peleando por entrar en los puntos o por un podio casi de rebote.

Fernando Alonso y Kimi Räikkönen cumplieron con el plan previsto para el viernes, lo que, vistos los problemas de otros equipos (por ejemplo, Lotus), ya se puede considerar un éxito. Tanto en los primeros libres como en los segundos, el F14-T se comportó a la perfección, y sólo un pequeño problema en el monoplaza de Räikkönen, que se quedó parado al final del 'pit lane', evitó que el día fuese calificado de sobresaliente.

Alonso rebaja la euforia Sin embargo, que nadie lance las campanas al vuelo, que Alonso ya se encarga de devolver al suelo a los más optimistas. «En general, fue un día positivo para nosotros y, pese a que había algo de nerviosismo debido a la complejidad de los nuevos reglamentos técnicos, todo salió bien. El equipo hizo un trabajo estupendo y no tuvimos problemas. La pista ha mejorado desde la primera sesión a la segunda, con más agarre en comparación con la mañana y también más viento. Correr con el neumático blando sin duda ayudó, ya que el agarre extra significaba que los tiempos bajaran, pero es imposible tener una idea clara de lo competitivos que somos, porque como de costumbre, los resultados de los viernes no significan mucho», señalaba el asturiano.

La mosca tras la oreja

En un arranque tan dubitativo, decir que «todo salió bien» es un gran paso adelante. Los técnicos de Ferrari aún están con la mosca rondándoles la oreja, ya que no está clara que en situación de carrera se pueda reflejar lo que los primeros datos han arrojado: Alonso está en condiciones de ser uno de los firmes candidatos a victoria en Australia.

Vettel respira Una de las grandes dudas para la primera jornada de entrenamientos en Melbourne era ver en qué posición arrancaban las escuderías motorizadas por Renault, y especialmente Red Bull. Y el campeón respondió a la necesidad de mejora. Mientras que Lotus y Caterham siguen perdidos, el equipo dirigido por Christian Horner tuvo un viernes mucho más calmado de lo que sus pésimos -y escasos- resultados en pretemporada. Sebastian Vettel logró colarse entre los cinco primeros y, pese a que iba con un cuidado extremo, su ritmo de carrera fue lo suficientemente alto como para que vuelva al radar de los corredores a tener en cuenta para el podio. De hecho, en los segundos libres fue el piloto que más vueltas dio, 41, mientras que el resto rodó unas 25 de media. El tetracampeón del mundo tiene ante sí el que posiblemente sea el inicio más complicado de los que se ha enfrentado hasta ahora, pero empiezan a ver la senda en Red Bull. Y tener al campeón entre los candidatos siempre augura espectáculo.