La lucha de Steve Nash

DEPORTES

Recién cumplidos los 40, el canadiense documenta y reflexiona sobre el proceso para superar su problema crónico de espalda, causados por un nervio pinzado tras romperse una pierna, y seguir en activo

14 feb 2014 . Actualizado a las 13:46 h.

Steve Nash cumplió 40 años hace justo una semana. El base canadiense de los Lakers lo celebró jugando al baloncesto, algo casi extraordinario en los últimos meses para un jugador con 18 años de carrera en la NBA. Los problemas crónicos de espalda, causados por un nervio pinzado tras romperse una pierna, han lastrado a Nash sobremanera desde que firmó un contrato con los Lakers que aún se extiende hasta el próximo año a razón de casi 10 millones de dólares.

Nash jugó contra Minnesota y la noche siguiente contra Philadelphia, con buenas actuaciones. Poco después sufrió un golpe en el partido contra Chicago que le dejó la espalda temblando y apenas pudo jugar unos minutos contra los Jazz. Vuelve a ser duda. Nash vive un día a día pendiente de su espalda que ha decidido documentar en una serie de vídeos en YouTube. La lucha de una leyenda cuarentona por seguir jugando, y su consciencia de que su tiempo como estrella de la NBA está llegando a su fin.

Con la maquinaria de Grantland por detrás (y con ella la ESPN), Nash le propuso la idea a la cineasta Ezra Holland, junto a la que ya dirigió el documental de la exitosa serie ESPN 30 for 30 sobre un atleta canadiense discapacitado. El concepto de The finish line es simple: Nash sabe que se hace viejo, sabe que tiene una espalda destrozada pero quiere seguir jugando en la NBA porque aún cree que puede. '«Soy capaz de jugar bien una, dos veces por semana. Pero en la NBA no eres lo suficientemente bueno si no lo haces tres o cuatro», reconoce el base canadiense en el primer episodio de la serie.

Los Lakers están en uno de los peores momentos de su historia. Lastrados por la lesión de Kobe Bryant, la irregularidad de Pau Gasol, los problemas de Nash y una plantilla muy escasa de talento en el resto de piezas, muchas voces alrededor de la mediática franquicia piden reconstruir el equipo. Para ello, el contrato de 18 millones pendientes de un cuarentón lesionado es jugoso para deshacerse de él. Ante esa idea se rebela Nash, que muestra su trabajo fuera de las pistas para fortalecer su espalda, no duda en enseñar su magullado sostén y reflexiona en la madrugada angelina sobre lo que le espera el futuro inmediato.

Dos veces jugador más valioso de la NBA, Nash conquistó al público y a la crítica liderando a los vistosos Phoenix Suns de Mike D'Antoni a finales de la pasada década. Uno de los mejores bases de los últimos 20 años y un tirador cuya efectividad le acerca a la leyenda, los dolores de espalda le han alejado de su mejor nivel. Camino de la retirada más pronto que tarde, Nash documenta su rebelión interna.