Revolución de invierno en el Dépor

Pedro José Barreiros Pereira
p. barreiros A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El club coruñés incorporó a seis jugadores y cambia por completo la fisionomía de su plantilla

01 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Dépor ha pasado doce días frenéticos en los que ha revolucionado por completo su plantilla. Desde el pasado día 19, cuando cayó derrotado frente al Las Palmas con Salomão y Toché en el palco, hasta ayer, cuando presentó a Lopo y anunció la salida de Rudy, el club coruñés no se ha conformado con retocar su corta y descompensada plantilla, sino que se ha esforzado por diseñar un vestuario completamente renovado y repleto de posibilidades.

La precaria situación de un campeón de invierno que daba muestras de agotamiento y el aviso a navegantes que supuso la lesión de Lux encendieron las alarmas en la Plaza de Pontevedra. El esperpento del pasado 31 de julio había derivado en la confección de una plantilla con evidentes lagunas, muy justa para alcanzar la obligada meta del ascenso. Eran 19 esforzados que los traspasos de Culio y Kaká, así como la cesión de Rudy, dejó en 16. Y llegaron cinco (Salomão, Toché, Rabello, Sissoko y Lopo) para aumentar su número hasta los 21. Los movimientos superan el carácter meramente estético hasta renovar por completo a un equipo lanzado hacia el ascenso.

El nuevo Dépor sostiene las virtudes de la solidez y la consistencia en defensa, mientras ha aumentado, y de qué manera, el potencial atacante. Fernando Vázquez dispone de una plantilla llamada a volar por las bandas y no perdonar en el área. Sissoko, Salomão y Rabello anuncian velocidad, descaro, regate y hambre de triunfos. Jóvenes, pero con el desafío de plasmar en realidades el fútbol que se intuye en sus botas, están llamados a regenerar el fútbol creativo deportivista, sin duda el aspecto que mayores dudas despertó en la primera vuelta.

Los goles

Sus pases y asistencias buscarán a Toché, obligado a sumar los goles que en el tramo inicial del calendario se escaparon a Borja y Luis Fernández. El delantero, que jugó la Champions con el Panathinaikos griego, aspira ahora a llevar al Dépor a Primera desde la puntería y la solvencia en los momentos decisivos de la temporada.

Pero el club no se ha conformado con abrigar sus expectativas en ataque, pues hasta se ha lanzado a apuntalar la defensa con la llegada de Lopo, un viejo conocido curtido en mil batallas y que dispara la competencia en la mejor línea del equipo.

Si en verano Fernando Vázquez se reveló capaz de diseñar un bloque serio y sin fisuras a partir de una plantilla con evidentes carencias, su nuevo desafío pasa por mantener el rumbo hacia Primera División, pero desde un estilo ofensivo y más atractivo para el espectador. El entrenador dispone de numerosas fibras para tejer la nueva bandera de su equipo, este Dépor posterior a la revolución de invierno que acaba de disfrutar. Podría ser un bloque que vuelva a enamorar Riazor desde el fútbol, pero sobre todo debe ser un Dépor que acabe la temporada con una fiesta: la del retorno a una Primera que ahora parece mucho más cerca.

El delantero dejó el Deportivo para recalar en préstamo hasta final de temporada en el Os Belenenses. También el fabrilista Teles salió cedido hacia el Guijuelo, de Segunda B.