Río de Janeiro renuncia a organizar los premios Laureus por deudas con la organización

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DEPORTES

Michael Phelps, con el premio Laureus del 2013
Michael Phelps, con el premio Laureus del 2013 SERGIO MORAES

El estado carioca tiene que pagar a la organizadora de los galardones 4,7 millones de dólares

15 ene 2014 . Actualizado a las 18:42 h.

Río de Janeiro, la ciudad brasileña que recibirá los Juegos Olímpicos del 2016, renunció a albergar este año la ceremonia de entrega de los premios Laureus, considerados como los Oscars del deporte, según ha anunciado el gobierno del estado de Río. Según la Secretaría de Deporte y Recreación de Río, la cancelación se debió a la decisión de no utilizar recursos públicos para financiar eventos privados.

En un comunicado, la Secretaría aseguró además que la cancelación del contrato con Laureus World Sports Awards se concretó mediante un acuerdo, por el cual las autoridades de Río pagarán a la organización las deudas relativas a la cita del año pasado, en la que fueron galardonados, entre otros, Usain Bolt, Michael Phelps y Félix Sánchez.

Las autoridades no informaron el monto adeudado, pero el portal brasileño UOL Esporte aseveró que el estado de Río tendrá que pagar a Laureus World Sports Awards una cantidad equivalente a unos 4,7 millones de dólares. Según el portal, los organizadores de los premios Laureus aseguraron que aún no se decidió dónde se celebrará este año la entrega de los premios Laureus.

Es la segunda vez que la gobernación de Río de Janeiro cancela una gran cita deportiva. El año pasado, fue anulado el contrato para la organización de la feria de negocios de fútbol Soccerex, también en razón de la decisión de las autoridades de no utilizar dinero público para financiera este tipo de eventos. En el caso de Soccerex, la cancelación del contrato no se dio en forma amistosa: los organizadores británicos acusaron al gobierno de Río de Janeiro de haber tomado la decisión «de forma unilateral», y atribuyeron el hecho al temor a «disturbios civiles», en una alusión a las protestas populares que sacudieron Brasil en junio del 2013, durante la Copa Confederaciones.

No obstante, el estado de Río negó que el temor a protestas hubiese motivado la decisión de quitarle el apoyo financiero a la Soccerex. «El estado dispone de todas las condiciones para acoger y garantizar la seguridad durante cualquier evento a ser realizado en Río», afirmaron las autoridades cariocas.