Exaltación del individuo

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El luso se lleva el trofeo por un año lleno de logros personales, pero sin títulos

14 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Regateando al llanto, encaramado junto a su hijo al escenario montado en Zúrich y flanqueado por Pelé y Platini, Cristiano Ronaldo (Funchal, 1985) recordó ayer a Eusebio. La Pantera Negra murió en la previa del día de Reyes y dejó un palmarés que incluye otro título al mejor futbolista del orbe (todavía planeta Europa en 1965).

La labor ese año de aquel luso nacido en 1942 en la dependiente Mozambique trascendió las 11 dianas de la Taça, las 24 en Liga, las 9 de la Copa de Europa y las 7 que ubicaron a su selección en el histórico Mundial del 66. Eusebio engordó además su currículo y el de su querido Benfica con un título liguero, y llevó a las águilas a la final copera -derrota ante el Vitoria de Setúbal- y a la continental -palmó 1-0 ante el Inter de Facchetti y Suárez, los otros dos candidatos al mismo Balón de Oro-.

El precedente del 2008

Méritos en grupo que también acreditó Cristiano Ronaldo cuando se hizo con el galardón en el 2008. Entonces venía de añadir una Champions y una Premier a las vitrinas del Manchester United. A ambas contribuyó en calidad de máximo anotador de la competición (8 y 31 goles, respectivamente). Nada que ver con la hoja de servicios del de Funchal en el recién finado 2013. Un erial en lo colectivo abonado solo en el terreno individual. Pichichi en la Liga de Campeones (en el torneo doméstico cedió ante la voracidad de Messi) y ahora mejor jugador del mundo; otra vez.

En el lustro transcurrido hasta revalidar el premio, Cristiano ha ceñido el mapa, trasladando a España su pugna con la Pulga. Duelo en el que el portugués recortó ayer terreno (3-2 en los certámenes con ambos entre los finalistas). Lo hizo frente a un convidado de piedra, Ribery, que se presentó en Suiza con el respaldo de haberlo ganarlo todo con el Bayern.

Pero el Balón de Oro es cosa de solistas. No reconoce al pelotón ni la labor de equipo. Ahí está el del 2010, que se fue a Argentina mientras el Mundial de Iniesta viajaba a España. El último se lo ha llevado un futbolista superlativo que ayudó al Real Madrid a ser segundo en las competiciones nacionales y alcanzar las semifinales de la continental.

La repesca y Blatter

El haber de CR7 acredita además un notable registro goleador. En un podio sin 9, Cristiano sumó en el 2013 un tanto más (69) que Messi (45) y Ribery (23) juntos. También propició que Portugal esté en Brasil, aunque haya sido por la vía de la repesca. Logro postrero que pudo ser tenido en cuenta por los votantes tras la insólita decisión de la FIFA de ampliar el plazo de elecciones tras la victoria de los de Paulo Bento ante Suecia. Fue después de que el presidente de la Federación Internacional, Joseph Blatter, tildase al de Funchal de «comandante» y bromease sobre su gasto en peluquería.

A nadie se le escapa el culto al cuerpo del atacante blanco, pero no es menos cierto que esta dedicación le permite explotar al máximo sus virtudes físicas. Condiciones acentuadas a través del sacrificio y las horas de trabajo desde que abandonó Madeira, donde su padre -el que le puso Ronaldo en memoria de Reagan- ejercía de jardinero y utillero en el Andorinha. Allí arrancó la carrera del crac, sin freno desde que se subió a su primer avión, con rumbo al José Alvalade. Los leones fueron los primeros en disfrutar de Cristiano. A las águilas siempre les quedará Eusebio. Un par de portugueses con Balón de Oro y plaza fija en la Historia.