El Barcelona se proclama campeón de invierno contra viento y marea

Colpisa

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El equipo azulgrana ha llegado a los 50 puntos superando debates, dudas y lesiones porque la plantilla cree en el Tata Martino: el planteamiento en el Calderón es el mejor ejemplo

13 ene 2014 . Actualizado a las 01:01 h.

El Barça se proclamó campeón de invierno en el Vicente Calderón con 50 puntos en la primera vuelta, la media exacta que le permitiría repetir los 100 con los que Tito Vilanova ganó la última Liga. La bastó un 0-0 ante el Atlético para mantener el liderato por mejor diferencia de goles con el equipo rojiblanco, «el rival», como lo sigue definiendo el Tata Martino. Precisamente, ese respeto máximo que tiene el técnico azulgrana al conjunto del Cholo Simeone, el mismo que ya le mostró el Barcelona para ganarle en agosto la Supercopa de España tras otros dos empates, marcó un partido que decepcionó en lo relativo al espectáculo, pero que cautivó a los amantes de las batallas tácticas.

Si el Atlético sale fortalecido del pulso al saberse un candidato auténtico al título, el Barça también regresó crecido a casa. Los puristas del ADN azulgrana echaron de menos un plus de audacia, asumir más riesgos.

Les inquietó la sensación de que el 0-0 no desagradaba a Martino y a sus jugadores. Un sacrilegio recordando las tres primeras temporadas de Pep Guardiola, entre el 2008 y el 2011, cuando siempre se hubiera buscado la victoria con más valentía táctica. Pero los jugadores se fueron muy satisfechos, más fuertes y más seguros de lo que están haciendo. Son ellos los que ya percibieron en el último año del técnico de Santpedor (2011-12) y en el de Tito, en los combates ante el Madrid de Mourinho o en varios choques europeos, que había que tomar algunas precauciones porque contra el «tiki taka» o el rondo eterno ya habían surgido maestros del antídoto preparados para vivir del error ajeno. Y Simeone es uno de ellos. La plantilla entendió que era vital no conceder contragolpes al Atlético y además valoró la decisión del Tata Martino de sentar de inicio a Messi y Neymar porque salen de una lesión y de una gastroenteritis, respectivamente, apostando por el tridente que dio los puntos en los últimos meses: Alexis, Cesc y Pedro.

Lo sucedido en el Calderón resume la primera vuelta del Barça, repleta de dudas en lo referente al estilo, debates en torno a la posesión, inquietud desde el inicio por el físico de un Messi que se acabó rompiendo, incertidumbre por la adaptación de Neymar, pánico cuando se lesionó Víctor Valdés.

Pero el equipo ha superado todos los problemas y ha contestado a todos los interrogantes. La mano izquierda del Tata Martino se ha ganado a los jugadores. Nadie sabe lo que pasará en la segunda vuelta, pero si Messi confirma las buenas sensaciones mostradas en la media hora copera ante el Getafe o en los 45 minutos que tuvo en el Calderón, el barcelonismo debería ser optimista.

Además, Iniesta, que se marchó lesionado en el descanso del choque del sábado tras un choque con Gabi, no tiene nada grave tras las pruebas médicas. Sólo una «contusión en la rodilla izquierda sin patologías asociadas». El de Fuentealbilla comenzó la temporada con las mismas dudas que el «proyecto Martino», como si algo no fuera con su forma de jugar, pero llega al ecuador totalmente implicado y con la chispa que se le añoraba. Es la confirmación de que este Barça, el de siempre o algo cambiado, va a por todo.