Gasol: La saga que cambió el básket español

José M. Fernández

DEPORTES

Son ricos y famosos, un par de estrellas de la mejor liga del mundo, laNBA. El apellido que ha revolucionado el baloncesto español

29 dic 2013 . Actualizado a las 15:53 h.

Un apellido unido para siempre a los mejores momentos del deporte español, a la segunda y más fructífera eclosión del baloncesto, a más de un decenio de retos superados, medallas y triunfos inéditos. Tiempo para desempolvar aquella medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 o el debut en 1986 del pionero Fernando Martín en la entonces inalcanzable NBA. Nada sería igual en el baloncesto español sin el apellido Gasol. Primero, Pau; después, Marc; y quizá en un futuro, Adriá. Un Campeonato del Mundo, dos subcampeonatos olímpicos, 2 Europeos y otra colección de metales continentales, pero sobre todo, la posibilidad de mirar a la cara a las grandes estrellas de la NBA. Nada hubiera sido posible sin la sorprendente aparición de una generación irrepetible, pero, sobre todo, sin los Gasol, el signo de distinción de un grupo en el que los dos hermanos han sido capaces de brillar en la Liga más competitiva del mundo. Una cuestión de talento y de cualidades físicas, pero también de trabajo, perseverancia e inteligencia; de unas cualidades genéticas apropiadas para el baloncesto y de un entorno cómodo para desarrollarlas.

No hay recetas milagrosas. Tampoco épicos episodios de superación personal. En la poliédrica visión de la trayectoria de los hermanos Gasol «Los Gasol. Pau y Marc, dos vidas de sacrificio, esfuerzo y gloria», la periodista Noelia Román pone voz a algunos de los personajes, todos importantes, que han acompañado a lo largo de su vida el extraordinario palmarés de dos de los mejores deportistas españoles de la historia. No se trata de una biografía amable, entre otras cosas porque no contó con el permiso de los Gasol para realizarla, lo que afortunadamente la aleja de una hagiografía al uso. No hay lugar para los chismes ni para episodios mórbidos, porque, entre, otras cosas, la vida de los hermanos Gasol carece de rincones oscuros. Se trata de un recorrido desde su Sant Boi natal, una población de unos 90.000 habitantes en la zona metropolitana de Barcelona, hasta la NBA, un relato de amigos de la infancia, profesores del instituto, entrenadores, compañeros de equipo, preparadores físicos... un perfil trazado por los personajes que han acompañado su trayectoria o que han ayudado a pulir a dos estrellas hasta su desembarco en la NBA.

estrellas mundiales

Pau Gasol, actualmente en Los Ángeles Lakers, es una de las grandes estrellas mundiales a pesar de los difíciles momentos que ha atravesado y atraviesa últimamente en el equipo californiano. Y Marc Gasol es otro jugador de enorme cotización en la NBA, que lo nombró la pasada temporada como Mejor Jugador Defensivo por su trabajo en los Memphis Grizzlies. Pau, de 33 años, cobra 19,3 millones de dólares, aunque finaliza contrato esta temporada, y Marc, de 28, firmó recientemente un nuevo acuerdo con los Grizzlies por 58 millones de dólares en cuatro años.

Personajes decisivos

La biografía de Pau y Marc está contada a través de un buen número de personas decisivas en sus vidas, tales como los entrenadores Joan Montes, Aíto García Reneses, Pedro Martínez o Dusko Ivanovic, o los jugadores Juan Carlos Navarro, Víctor Sada o Darryl Middleton, más Arturo Ortega, representante al que despidió entre acusaciones de erróneas inversiones y mala gestión de imagen. También, en el caso de Pau, un gallego, Pepe Casal, el entrañable Pepiño al que en mayo de 1995, poco antes de que los famosos júniores de oro (el principio de todo) conquistaran el Mundial en Lisboa. Aíto le pidió ayuda para pulir el físico de dos jóvenes talentos, Pau Gasol y su inseparable Juan Carlos Navarro. Aíto conoce a Pepiño de tiempo atrás, sabe de su buen carácter y de su trabajo serio. Al gallego le tocó lidiar con dos jóvenes con aversión por el trabajo físico. Rápidamente capta el inmenso potencial que encierran ambos, pero sobre todo Pau, al que se convence con argumentos, una esponja, un diamante sin pulir al que modela pacientemente. El indolente Pau -«nada que ver con su hermano Marc, por naturaleza más trabajador», asegura Aíto- asume todos los retos y evoluciona de forma espectacular, hasta convertirse poco después, en el 2001 en mvp de la Copa del Rey y en número tres del draft de la NBA, la posición más alta de un jugador europeo hasta entonces. Desde entonces, Pepiño acompañó muchos de los veranos europeos de la ya estrella de la NBA, incluida su visita a las costas gallegas para contemplar en directo los efecto del Prestige.

Esa es otra de las características de Pau: abierto, discreto y con una cara amable que encaja perfectamente en el papel de embajador de la Unicef.

Caracteres diferentes

Cinco años menor que Pau, Marc es, aparentemente, más introvertido. Mucho menos brillante en los estudios que su hermano, pero con una personalidad más fuerte. Sigue la estela del primogénito, pero a su manera. Así, acompaña a la familia a Memphis cuando Pau ficha con los Grizzlies, pero decide volver a Barcelona para encontrar su propio camino. Reconoce que tuvo un par de años «asilvestrado» y su eclosión fue más lenta que la de Pau. Con evidentes problemas de sobrepeso, el duro Dusko Ivanovic se cruzó con él en el Barcelona. Y Marc, con escasa química con el sargento serbio, decidió aceptar la oferta del Akasvayu Girona justo antes de ser una pieza tan inesperada como fundamental en el Mundial de Japón del 2006, en el mayor triunfo del baloncesto español. Al año siguiente rechazó la oferta de recompra del Barcelona y compartió vestuario con el técnico gallego Diego Ocampo, fundamental en su evolución.

En uno y otro ha sido fundamental el papel de sus progenitores, María y Agustí, unos padres siempre preocupados por la formación de sus hijos y capaces de renunciar a su desarrollo profesional -ella es enfermera y él, podólogo y enfermero- para velar por los primeros pasos de sus hijos en Estados Unidos. Sobre todo el de Pau, el primero, al que toda la familia acompañó en el inicio de la aventura en Memphis. Marc ha volado más a su aire, quizá porque ya llegó a la NBA con casi 24 años y, para entonces. Con su novia, Cristina Blesa, con la que confirmó, a su manera, su boda poco antes del Europeo del 2013:

-Pau, se rumorea que te has casado.

-¿Yo? No, que yo sepa. Quizá Marc...

-Marc, ¿te casas?

-Sí, me caso!, pero no pongas esa cara... ¿tan malo es??

Así, en una rueda de prensa improvisada, anunció Marc su boda con la chica que conoció en Gerona en el 2007. Ni a uno ni a otro les gusta airear su vida privada. Pese a que físico no les permite pasar inadvertidos, la discreción guía sus pasos. De Pau se sabe que continua con su relación con Silvia López, una licenciada en Educación Física de origen gallego. Ambos aparecieron en algún affaire relacionado con supuestas infidelidades en Los Ángeles. Un desmentido rotundo acabó con todos los comentarios.

Ahora, el baloncesto está pendiente del futuro del menor de la saga, Adriá, al que hasta hace poco nadie veía en el camino de su hermanos. El año pasado, tras superar una operación de rodilla, se incorporó a la Universidad de UCLA, en Los Ángeles. Tiene 20 años. Que nadie se sorprenda si pronto lo vemos como un miembro más del apellido que revolucionó el baloncesto español. Si se empeña. Se apellida Gasol.