«El entrenador te metía la jeringa y cada remero presionaba el émbolo», dice el testigo protegido

La Voz

DEPORTES

23 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las declaraciones de Teresa Mesa, que reconoció suministrar EPO desde Córdoba, y del testigo protegido -un exremero de Urdaibai enrolado más tarde en Kaiku- han resultado determinantes para que el caso siga adelante.

En su declaración ante la Policía Judicial en las diligencias previas, el testigo protegido desveló el modus operandi antes de la regata donostiarra La Concha: «Al ir hacia La Concha pararon las dos furgonetas y los hacían pasar [a los remeros] de una furgoneta a otra para pincharlos. Me tocó el último y me negué a que me pincharan. La jeringa era gorda, bastante más de lo habitual y su contenido era amarillo y verdoso. Era el entrenador el que ponía la vía y metía la jeringa para que cada remero presionara el émbolo, mientras el entrenador continuaba con el siguiente».

El exremero también recordó que Maynar había sido presentado por Francisco como «Pepe», el inventor de una enzima «que si la tomas no sientes las piernas ni los brazos». Según el mismo testimonio, desde la llegada de Maynar, los pinchazos se dispararon de dos semanales a siete diarios.

En base a estas acusaciones, y a otras declaraciones, como la del remero gallego Luciano Prego, que llegó a convulsionar cuando estaba con Francisco en Astillero, emergió la denuncia de José Luis Korta.