Lágrimas y abucheos en el adiós a Del Nido

luis f. gago SEVILLA / COLPISA

DEPORTES

Dimitió de su cargo como presidente tras conocerse la sentencia en firme del Supremo que lo condena a siete años de cárcel

10 dic 2013 . Actualizado a las 11:34 h.

José María del Nido ya es historia del Sevilla. Al menos en la práctica. Ayer dimitió como presidente, tan solo unos días después de conocerse la sentencia en firme del Supremo que lo condena a siete años de cárcel por distintos delitos económicos y fiscales. Se va tras once años, seis meses y nueve días en el cargo. Lo hizo entre aplausos de sus acólitos, los que le han defendido durante más de una década, pero también entre abucheos, pancartas y sin cerrar uno de sus frentes abiertos. Fuera de las instalaciones del Pizjuán había quien mostraba alegría por su marcha. Al grito de «ladrones fuera» estuvieron los que llevaron la voz cantante de una parte de la afición que ve con alivio el adiós de alguien que puede haber hecho mucho daño a la imagen del club.

Del Nido se fue con un «¡Viva el Sevilla!» final, emulando ese grito de guerra que siempre daba por arenga en las previas a las finales disputadas por el equipo bajo su mandato. Junto a un torrente de emociones y sentimientos, se mostró como pocas veces lo ha hecho en público: cabizbajo, roto, destrozado por los obstáculos que le ha interpuesto la vida. «Pido disculpas por haber sido condenado estando de presidente de la entidad. Me equivoqué y, si hubiera sabido que iba a ser así, no habría dudado en dimitir», reconoció el ya expresidente del club.

Después de pronunciar estas palabras terminó por derrumbarse. Lloró desconsolado y resumió su trayectoria de más de treinta años al servicio del escudo que llevaba pegado a su chaqueta. Desde su añorada época con tan solo 28 años al lado de Luis Cuervas hasta el día en que decidió hacerse cargo de una institución que se caía a pedazos. «Nadie quería ponerse al frente y yo sí lo hice», remarcó.

El nuevo presidente en funciones es Pepe Castro, el hasta ahora segundo de a bordo y que controla el paquete mayor de acciones a través de una asociación. Queda por resolver la duda de qué posición tendrá ahora en el consejo de administración uno de los hijos de Del Nido y el de otros hombres de confianza, como el jefe de márketing, Manuel Vizcaíno, muy criticado, y el director deportivo, Monchi, que siempre aseguraron que se irían junto al presidente cuando este decidiera -o le obligaran- a dejar el puesto. Lo que sí parece más cercano es el regreso de José María Cruz, exvicepresidente económico, que dejó el puesto por desavenencias con determinados consejeros y que ahora ha sido reclamado como hombre fuerte, con poderes de mando absolutos. Todavía no ha contestado.