El Real Madrid golea al Valladolid en la mejor noche de Gareth Bale

Colpisa

DEPORTES

SUSANA VERA

Los de Ancelotti tocaron con paciencia y dominaron siempre en torno a Xabi Alonso, Modric e Isco, ante un débil Valladolid

01 dic 2013 . Actualizado a las 00:58 h.

Resulta innegable que este Valladolid blandito que bordea el descenso no es un rival idóneo para medir al Real Madrid, pero los de Ancelotti mantienen su progresión ascendente a medida que crece el rendimiento de Xabi Alonso. No echaron de menos a Cristiano Ronaldo, gobernaron el centro del campo a su antojo y disfrutaron de un Gareth Bale cada día más adaptado y mejor físicamente. Marcó tres tantos el galés, dio otro a Benzema con un pase soberbio, y ya suma siete dianas en la Liga, nueve contando las dos de Champions

Con Cristiano distendido en un palco privado junto a su novia, la modelo rusa Irina Shayk, los focos apuntaban a Sergio Ramos, a quien la hinchada recibió con normalidad, sin pitos ni palmas. Su expulsión ante el Galatasaray, ese error de no saber guardar la espalda afeado por Carlo Ancelotti a pie de campo y a través de la prensa, y sus desavenencias con Florentino Pérez por el asunto de la renovación, le convertían en el hombre del partido. El sevillano tenía ganas de resarcirse, de hablar sobre el campo y para silenciar las voces que le critican por distraerse como un alumno sobradillo en el primer trimestre de curso.

Como el Valladolid no le exigía en defensa, Ramos decidió que era un buen día para desplegarse en ataque y buscar ese gol que se le negó. Hasta tres veces cabeceó ya en el primer tiempo. Dos veces remató libre de marca sendos saques de esquina lanzados por Xabi Alonso y en otra ocasión se incorporó desde atrás y sólo Alcatraz evitó que culminase una pared extraordinaria entre el tolosarra e Isco. La última jugada del primer tiempo demostró las ganas del camero. Ganaba el Madrid ya 2-0, cortó un balón en defensa y se fue hacia el área contraria con zancada, potencia y decisión. No le llegó el centro pero ya estaba en la posición de ariete.

Más allá de personalizar, el Madrid se comportó como un equipo bien organizado, muy correcto en todas las facetas. Jugó con paciencia y buen estilo, el que se le debe exigir a un grande. Tanto sobó el balón que en algunos momentos del primer tiempo se parecía mucho al Barça. Cansaba y movía a los pucelanos a base de un sinfín de toques. Se podía confundir calma con lentitud, pero los de Carletto manejaban la situación con rigor. Se salvó pronto el equipo de JIM porque Di María, muy activo en el perfil izquierdo, lanzó su enorme disparo contra el travesaño.

Estuvo perseverante el argentino, irrelevante en este Madrid desde que Bale se alistó. Titular en el puesto de Cristiano, ya que el galés se mantuvo en la derecha porque, según su técnico, rinde más a pierna cambiada para poder trazar diagonales, driblar hacia adentro y ensayar su letal disparo, Di María participó en casi todas las acciones ofensivas. Un centro-chut suyo, mal desviado por Mariño hacia el centro, permitió a Bale descerrajar a los vallisoletanos. El ex del Tottenham fue clave en el segundo, que llegó sólo tres minutos después y mató al Valladolid.

Le puso un centro perfecto a Benzema, cuyo certero remate contó con la colaboración de la zaga y el portero visitantes. Como los goles tardaron en llegar más de media hora, hubo quien recurrió a las redes sociales para bromear y concluir que al Madrid le faltaba llegada porque no estaba Arbeloa, sancionado en Liga después de su exhibición ante el Galatasaray. Carvajal ocupó el puesto y cumplió sin mayores problemas. Muy atractivo el centro del campo que puso en escena Ancelotti, con Alonso y Modric en el doble pivote e Isco por delante. Con un solo movimiento, una descarga sabia, un cambio de juego o una presión más avanzada para recuperar, el donostiarra ordena a todo el equipo. El croata le acompañó bien y el malagueño participó bastante del juego y dejó detalles geniales.

Con todo resuelto en el primer acto, el Madrid bajó el ritmo tras el descanso. Se dejó llevar pero no se descolocó. El trencilla anuló mal un gol a Benzema, ya que Carvajal no había arrancado en fuera de juego, y Bale completó su mejor noche de blanco. En el cuarto de hora final, Morata y Jesé disfrutaron de su propio partido. Que Sastre viera la única tarjeta del Pucela, a diez minutos del final, explica la poca contundencia de este equipo que suma los mismos puntos que Almería y Betis, ambos en zona de descenso.

Real Madrid: Diego López, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo, Xabi Alonso, Modric, Bale, Isco, Di María (Jesé, min. 73) y Benzema (Morata, min. 73)

Valladolid: Mariño, Alcatraz, Rueda, Marc Valiente, Peña, Sastre (Osorio, min. 85), Álvaro Rubio, Rossi, Larsson (Omar, min. 46), Bergdich y Javi Guerra (Manucho, min. 73)

Árbitro: Pérez Montero (Comité andaluz). Mostró amarilla a Pepe, Sastre Goles: 1-0: min. 33, Bale. 2-0: min. 36, Benzema. 3-0: min. 63, Bale. 4-0: min. 89, Bale