El Obradoiro se medirá a un Gipuzkoa de perfil rebajado

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

SANDRA ALONSO

El club donostiarra lleva dos años bajando el presupuesto tras completar la mejor campaña de su historia

29 nov 2013 . Actualizado a las 10:18 h.

Hace dos temporadas el Gipuzkoa Basket se clasificó para la Copa del Rey y los play off de Liga. Tras firmar la mejor campaña de su historia vio como los tres jugadores más destacados del equipo (Panko, Sergi Vidal y Jimmy Baron) volaban hacia equipos con rango de Euroliga.

Lleva dos años rebajando su presupuesto y su perfil, pero parece que la fórmula de este verano le está dando mejor resultado que la del anterior.

La experiencia de Qyntel Woods, un jugador de mucho talento pero escasa implicación, no ha caído en saco roto. Jermaine Taylor, Kuksis o Karolev fueron apuestas fallidas. Y aquel grupo no encontró la química.

Cambio de rumbo

Ahí radica el principal cambio respecto al proyecto configurado esta campaña. El Gipuzkoa Basket ha firmado jugadores que no destacan por el nombre o el rango de los equipos en los que militaron. Pero mezclan bien.

Hanley empezó a despuntar la pasada campaña en el Oviedo, en la LEB Plata, y tuvo un paso fugaz por el Valencia; Huskic procede de la Segunda División de Serbia; Winchester, del Breogán; Cortaberría, del Fuenlabrada; Ramsdell, del Manresa. Y el mayor acierto se está personificando en Jason Robinson, un alero americano que empezó a forjarse en la LEB, que dejó sello de jugador de equipo en el Valladolid, que terminó la pasada campaña sin sobresalir en el Valencia y que en este inicio de curso se está destapando como uno de los grandes anotadores de la Liga Endesa. Es el quinto que más puntos convierte, justo a continuación de Mike Muscala.

El Gipuzkoa Basket ha conseguido armar un grupo con una buena armonía. Y donde más ha mejorado es en su fiabilidad defensiva. Encaja una media de menos de 74 puntos por partido. En ataque busca con frecuencia a sus lanzadores de larga distancia y los aclarados para forzar las entradas hasta la cocina.

El colectivo de Sito Alonso encarará la contienda con ganas de resarcirse del mal sabor de Tenerife. Allí se le escapó un partido que tenía atado.