La bota de oro de Brasil, un regalo del Vilalonga FC al FC Barcelona

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

DEPORTES

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El pichichi celeste, el vigués Jorge Fernández, finalizó el pasado domingo con la elástica culé como máximo goleador del Desafío Internacional de F-7 en Río de Janeiro ante el Flamengo, Ríver Plate y Nacional de Montevideo

28 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El fútbol español conquistó el pasado domingo su bota de oro en tierras brasileñas. A un año de que La Roja cruce el charco para defender su título de vigente campeona del mundo un jugador del Vilalonga marcó el camino. Jorge Fernández, el delantero centro y pichichi del conjunto celeste, aparcó el día a día de la modesta Preferente Sur para embarcarse en una excitante experiencia. La de disputar con la camiseta del F.C. Barcelona el Desafío Internacional de F-7 que, bajo la organización de la Confederación Brasileña de Fútbol, reunió en la afamada playa de Copacabana al Flamengo, Ríver Plate y Nacional de Montevideo. Una oportunidad única que Jorge Fernández exprimió hasta la última gota, y que colmó con el trofeo de máximo goleador del campeonato. Solo faltó la guinda del título de su equipo, que el Barça peleó con el Flamengo para caer 4-3 en la gran final de «un torneo que estaba un pouco pensado para que gañase o equipo da casa, pero é normal», dice el futbolista celeste.

Y es que nada más podía pedir Jorge Fernández. «Á miña idade disfruteino coma un neno pequeno. Foi coma un regalo de cumpreanos anticipado -cumplió los 36 este martes-. Ir a Brasil a xogar un torneo, co Barça, que é o meu equipo, con todos os gastos pagos... Foi unha pasada».

Habitual en las selecciones españolas de fútbol 7 y fútbol playa desde hace unos años, el vigués explica que «desde Brasil están a montar moitos torneos para promocionar o Mundial do ano que vén. Unha semana antes fixeran un de fútbol praia co Barça, e a pasada montaron un a correr de F-7. O Barcelona aproveitou varios xogadores de fútbol praia, pero tiñan dúas vacantes. Preguntaron na Federación Española de Fútbol, e chamáronme». Ni se lo pensó en cuanto consiguió el permiso del Vilalonga, al que «lle estou moi agradecido».

En Río Jorge Fernández se halló con 39 grados y un miniestadio de césped artificial montado sobre la arena de Copacabana para más de 1.000 espectadores. En la final estaba abarrotado.

El celeste marcó para el Barça en sus cuatro partidos. En la liguilla especializándose en cerrar las victorias culés: 5-1 ante el Ríver Plate, 3-1 sobre el Nacional y 4-3 frente al Flamengo. A este último le endosó el 0-1 y el 4-2 de la final. Cinco tantos bañados en oro brasileño.