Gran hermano en el asfalto

REDACCIÓN / LA VOZ

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<span lang= es-es >Perros rastreadores y escáneres</span>. Se cachearán todas las bolsas en Central Park, las de los acompañantes incluidas.
Perros rastreadores y escáneres. Se cachearán todas las bolsas en Central Park, las de los acompañantes incluidas.

Nueva York se ha gastado un millón de dólares en la seguridad de su maratón

03 nov 2013 . Actualizado a las 13:51 h.

Nueva York está blindada. Desde hace días, y especialmente este fin de semana. Porque vuelve el maratón más concurrido del mundo con 48.000 atletas inscritos. Después de la suspensión del pasado curso por los destrozos del huracán Sandy (que inundó una quinta parte de la ciudad y que dejó a 44 muertos) y porque es la primera prueba de la mítica distancia que se corre en suelo norteamericano desde el atentado del maratón de Boston en donde una bomba que estalló en la línea de meta segó la vida de tres personas y dejó dos centenares largos de heridos.

Por eso el maratón de Nueva York, que se correrá a las nueve de la mañana hora local (sobremesa en España) será el gran hermano del asfalto, con más de un centenar de cámaras móviles instaladas por la policía (que las compró inmediatamente después de los sucesos de Boston) a los largo de los 42 kilómetros del recorrido, centenares de agentes, tanto de paisano como de uniforme, apostando en cualquier punto de paso, barcos policiales en la bahía y en el río del Este, helicópteros y perros rastreadores.

Los acompañantes

También con escáneres para analizar bolsas y mochilas, cuestión que afectará a los participantes y a los acompañantes. En caso de que estos quieran esperarles en la línea de meta en Central Park tendrán que pasar otro control más adicional.

Varios de ellos ya vivieron ese metódico control desde que aterrizaron en Nueva York a lo largo de la semana. Uno de ellos fue Chema Martínez, que tuvo que acudir a la comisaría del aeropuerto.

Con semejante despliegue el gasto en seguridad se ha disparado hasta el millón de dólares. El doble de la partida asignada para la anterior edición, disputada en el 2011. Una cuestión menor para el gobierno local de Nueva York, obsesionado con mostrar al mundo sus dotes organizativas y de seguridad.

Simbolismo

Porque para los americanos, muy suyos en cuestiones nacionales, la edición del 2013 del maratón de Neva York está cargada por encima de todo de simbolismo. «Esta será una carrera cargada de significado. Correremos pensando en todos aquellos afectados por Sandy el año pasado, y nuestros corazones estarán con los afectados por las bombas de Boston», indicó la consejera delegada de New York Road Runners, la organización responsable de la carrera, Mary Wittenberg a la cadena CNBC.

Por una vez, su gran poderío deportivo quedará en un segundo plano en detrimento de la seguridad. Porque al margen de reconocimientos, Nueva York luce en lo más alto de las grandes pruebas populares a nivel mundial por delante de Berlín, Boston, Londres, Chicago y Tokio, sus acompañantes en el ránking de la excelencia de los maratones.

El Maratón de Nueva York volverá a contar con una nómina de primera nivel en cuanto a participación. Para comenzar estará el campeón olímpico y mundial de la distancia, el ugandés Stephen Kiprotich, que tendrá como grandes rivales al vencedor del maratón de Londres, el etíope Tsegaye Kebede, y al autor de las mejores marcas en Nueva York y Boston, el keniano Geoffrey Mutai, que ganó en 2011 con 2h05:06, récord actual de una prueba en donde hacer grandes marcas es algo imposible por su sinuosidad. El trayecto discurre por los cinco grandes barrios de la ciudad con continuas subidas y bajadas.

Entre la representación española, el más conocido de los participantes es Chema Martínez, medalla de plata en el Europeo de Barcelona, que a sus 42 años y tras 23 maratones ha decidido retirarse del mundo profesional.

En el cuadro femenino se presume un duelo keniata entre Edna Kiplagat, la doble campeona mundial, y su compatriota Priscah Jeptoo, segunda en los juegos olímpicos y ganadora en Londres. Las etíopes Firehiwot Dado y Bezunesh Deba, y la italiana Valeria Straneo, no irán de paseo por las calles de Nueva York. El ganador masculino y femenino se lleva 100.000 dólares.