Barcelona-Real Madrid: El clásico de las incógnitas

Ignacio Tylko MADRID / COLPISA

DEPORTES

El debate sobre el estilo y sus matices perjudica a Martino, y Ancelotti da con la tecla

26 oct 2013 . Actualizado a las 18:13 h.

Cerrado el controvertido ciclo de José Mourinho, cuya personalidad arrolladora todo lo eclipsaba, el primer clásico de los discutidos Martino y Ancelotti se presenta sin el ambiente contaminado pero repleto de aristas, de ángulos, de incógnitas por despejar. Más allá de los resultados, que por ahora benefician al Barça, ninguno de los dos ha exhibido grandeza en su juego. Acuden a su primer chequeo, a una de esas pruebas que no deciden la temporada pero sí marcan tendencias y puntos de inflexión. Miradas hacia los nuevos inquilinos de los banquillos, focos apuntando a Messi y Cristiano, como siempre, e inspección a Neymar y Gareth Bale, candidatos a sucederles.

Es el líder de la Liga y de su grupo de Champions. Ganó la Supercopa al Atlético. Sigue invicto en competición oficial. Ha superado el récord histórico del club de victorias consecutivas en un inicio del torneo de la regularidad. Ha recuperado a Messi tras una lesión. Disfruta de un Neymar en fase creciente.

Y pese a todo eso, por extraño que parezca, el Barça no transmite optimismo y su fútbol genera dudas. Hace tiempo que el equipo azulgrana da la sensación de tener menos fuerza, menos fe y menos chispa en los grandes partidos.

El fútbol previsible ha acabado sin dar frutos en los dos últimos pulsos ante Osasuna (0-0) y Milan (1-1). Al Tata le gusta Cesc porque tiene llegada y recorrido. Reclama un plus físico a Iniesta y Xavi. Si prescinde de uno de ellos en el clásico lo demonizarán.

Dinamita. El Madrid es dinamita pura. Sobre todo si es verdad que Bale está apto. ¿Entraría por Di María? ¿Sacrificaría al cuestionado Benzema? ¿Jugaría Cristiano de 9 aunque al portugués no le agrade y su técnico lo considere una locura? ¿Prescindiría de un centrocampista? Ciertamente, el equipo blanco está sumido en la confusión.

Mou se fue y dejó tierra quemada. Aterrizó el educado Ancelotti y vendió una idea más vistosa y acorde con la historia del club. Pero sólo ante un blando Málaga se atisbó la fórmula. Cambios constantes de sistemas y de jugadores, dudas en todas las líneas y polémica en la portería. El gallego de Paradela Diego López es el guardián de la Liga y Casillas el de la Champions. A los dos se les mira con microscopio. El primero que yerre, recibirá un aluvión de reproches.

Construcción y política

Ya son cuatro meses de trabajo con Carletto pero el Madrid sigue en fase de construcción o proceso de búsqueda. Se salvó de milagro en feudos del Elche y del Levante, y por ello sólo está a tres puntos de su máximo rival. En la Champions lo ha ganado todo, pero la Juventus fue mejor.

Hasta ahora se ha comportado como un grupo anodino y con tendencia a partirse. No es ni carne ni pescado. A su entrenador se le acusa de confeccionar alineaciones más acordes a la política que a los merecimientos.

Carvajal y Morata ofrecen más pero el italiano insiste en Arbeloa para los partidos importantes y en Benzema, titular en once de los doce choques oficiales. Es complicado avanzar si el Madrid saldrá a por el Barça con una presión alta o esperará para contragolpear. Cristiano, para quien Ancelotti reclama el Balón de Oro, es la gran baza. Ha marcado ocho goles en los últimos seis clásicos y suma seis visitas consecutivas anotando en el Camp Nou. Desde su ansiada renovación, ejerce casi de capitán. Es el mayor defensor del técnico italiano, su gran apoyo. Y sus deseos son hasta ahora órdenes para el preparador de Reggiolo.