Una de los partidos inolvidables en la historia de la peña La Estrella fue el que el Deportivo disputó en marzo de 1993 en Maracaná. Noventa y cinco peñistas arroparon a la escuadra de Arsenio Iglesias en el templo brasileño. Con posterioridad, el penúltimo partido de Liga de la temporada 1993-94 en Logroño, con 4 autobuses llenos, o la final de la Copa del Rey, son otras fechas para el recuerdo.
«Para la reanudación de la final llenamos 32 autobuses. En la radio se equivocaron al dar la información de cómo inscribirse y dijeron que todo el mundo a la peña La Estrella. Fue tremendo», recuerda Sanjurjo. Igual de impensable lo vivido tres días antes en el Bernabéu, cuando La Estrella invitó a empanada a la hinchada del Valencia: «Llevábamos 10 buses y una panadería nos regaló ni me acuerdo cuántas empanadas. Hacía calor, llegamos a Madrid y no las habíamos comido. Bajamos con ellas, nos encontramos a los valencianistas y se las regalamos».
Y así se suceden los relatos de un hombre que hace dos años cedió el testigo a David García, el actual presidente. Porque hasta en reinventarse ha sido pionera esta agrupación: «Hace dos años un grupo de amigos pensamos crear una peña para viajar. Y, bueno, hablando con Manolo surgió la posibilidad de recuperar La Estrella. Nos gustó la idea por lo que significa esta peña en el Deportivo», comenta el hombre que dirige la travesía de esta emblemática agrupación que ya cumple 30 años.