«Es sensato parar, porque nadie entendería ahora una inversión fuerte», recalca
30 sep 2013 . Actualizado a las 15:18 h.Cuando habla, lo hace con determinación. La transmite en cada golpe de voz. El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco (Ourense, 1950), no duda un instante a la hora de defender todo el trabajo realizado por la candidatura de Madrid 2020. No es un gesto, ni una impostura. Está seguro de que hicieron el máximo posible y «simplemente hubo alguien mejor [Tokio]». Defiende hasta el controvertido discurso de Ana Botella, «por convicción y lealtad». Y coincide con la alcaldesa de Madrid en que es el momento de parar. Para retomar el sueño olímpico en la capital de España se necesita «escuchar a mucha gente» y, sobre todo, «a la sociedad».
-Theresa Zabell dijo tras conocer el resultado de Buenos Aires que se había sentido humillada, ¿usted comparte ese sentimiento?
-Creo que esto es como cuando entrevistas a un jugador que acaba de salir del campo, pero si me pregunta a mí, el sentimiento que tengo no es el de humillación, es el de una profunda decepción.
-¿Y qué cree que pudo fallar para caer en la primera ronda?
-El principal mensaje de la gente con la que hemos hablado es que sobre el tema deportivo primaron otros aspectos de España que provocaron que la candidatura de Tokio generase mayor confianza a los miembros del Comité Olímpico Internacional. La decepción es por el trabajo realizado y por no haber conseguido el objetivo, pero tenemos la satisfacción de que más no hemos podido hacer.
-Entonces, ¿no supieron transmitir solvencia económica?
-Supimos transmitir todo lo que teníamos que transmitir y lo hemos repetido hasta la saciedad. El proyecto de la candidatura se ajustaba a la realidad del país, de este país y de muchos otros. El concepto que introdujimos y que fue reconocido, aunque no votado, es ajustar las candidaturas a lo que pide la sociedad. Pero el movimiento olímpico consideró que debe primar, tal y como dijeron varios candidatos a la presidencia del COI, la seguridad económica y para ellos Japón tenía más solvencia. No podemos olvidar que hace dos años España estaba al borde de la quiebra.
-Viéndolo así, parece que la euforia que se desató los días previos era infundada.
-Primero. Si tú vas a una elección y te sometes a la decisión de cien personas y no transmites optimismo, mejor no vayas. Y segundo. El clima generalizado de optimismo no lo creamos nosotros. Fueron los propios medios internacionales, que, a medida que pasaba el tiempo, más posibilidades le veían a Madrid. Cuando estudias, por ejemplo, la evolución de las casas de apuestas, empezamos 13 a uno y terminamos empatados con Tokio. Y ya a nivel interno, lo que pienso es que los ciudadanos creyeron en la candidatura, porque era un proyecto centrado en el deporte y alejado de los partidos políticos.
-¿Coincide en que es el momento de pisar el freno?
-Cuando ocurre algo así, hay que enfriarse. Para el 2020 teníamos el 80% prácticamente construido, pero ya no sirve para otra candidatura. Estas instalaciones quedarían fuera de juego. La decisión de Ana Botella es acertada. No sería sensato hacer una inversión fuerte, como la que exige una candidatura de tipo medio, porque la sociedad no la entendería.
-¿Qué ocurrirá con señas de identidad de la candidatura como la Caja Mágica o el Centro Acuático?
-Es una responsabilidad del Gobierno, pero pienso que a la Caja Mágica hay que darle más contenido, porque tenemos una instalación espectacular, de las mejores del mundo, en donde, por desgracia, se están haciendo muy pocos eventos al año. Y en cuanto al Centro Acuático, pienso que se debe terminar la obra. Con el Atlético en La Peineta, será de gran utilidad.
-¿Le dolió que el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, reposase en usted el fracaso de Madrid 2020?
-Cuando tomas una responsabilidad, España es un país maravilloso. Si ganas, hay 500.000 ganadores, y si pierdes, siempre se termina focalizando en uno. Pero no me dolió. Se lo aseguro.
-En su momento defendió la intervención de Ana Botella durante la presentación, ¿lo hizo por lealtad o por convicción?
-Por lealtad y por convicción. Ana habló en un inglés que entendió todo el mundo. Estuvo correcta y lo creo de verdad.