Los preocupantes esfuerzos de Río para cumplir los plazos de organización fue el detonante decisivo para elegir a Tokio como sede de los JJOO de 2020
11 sep 2013 . Actualizado a las 12:21 h.Los temores sobre el lento progreso de Río de Janeiro en las preparaciones de sus Juegos Olímpicos para el 2016 han sido un detonante para que Tokio celebre sus segundas Olimpiadas para el 2020, según explicó para Reuters el recientemente elegido vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), John Coates.
Aunque el vicepresidente del COI argumentó que es «cuestión de tiempo» que algún país musulmán reciba el mayor evento deportivo, explicó que el lento progreso de Río podrían haber ayudado a que la balanza se inclinara a favor de la ciudad nipona.
«No hay duda al respecto. Todas las ciudades candidatas tenían algunos problemas. Temas económicos, fundamentales en España, problemas en Turquía unos meses atrás y lo que está pasando en la frontera (con Siria) ahora, y Fukushima en Tokio», explicó Coates en la entrevista.
«Al final del día, Tokio fue la mejor apuesta técnica. Era la mejor oferta para los atletas, los lugares eran los más próximos a la villa, funcionará muy bien y no había problemas de dinero», aseguró.
«Pero en el fondo de las mentes de algunos (miembros del COI), estoy seguro, está el hecho de que hemos tenido dificultades para lidiar con Río por lo que asegurémonos con el próximo», apuntó.
Poco después de haber sido elegido como vicepresidente sin opositor, Coates explicó que Río tomaba forma de una Olimpiada difícil y que esperaba enfrentar un caos.
«Estuvimos allí la semana pasada y se están tomando acciones. El Gobierno está respaldando, quieren que esto funcione, simplemente tiene que haber un poco más de cooperación», señaló. «No es un tema de dinero, es simplemente cuestión de mejor integración y coordinación entre el Gobierno y el comité organizador», precisó.
Explicó, asimismo, que las Olimpiadas del 2016 están más retrasados de lo que habían estado los de Atenas, con presupuestos que se incrementaban y retrasos en las construcciones que hicieron que el COI advirtiera a los organizadores sobre el ritmo de las obras. «Esto es un poco más (una crisis) en comparación con Atenas», sostuvo Coates.
«En Río, los problemas son en la construcción. No solamente en las sedes, algunas de las cuales podrían no estar listas, el transporte, esas cosas». «Va a ser muy difícil para algunos deportistas que tienen que viajar mucho desde la Villa», agregó.