Le servirá de termómetro para conocer en qué estado puede afrontar el mes que viene la final del Ironman en Hawái
07 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Es uno de los objetivos que se había marcado al comenzar la temporada y también le servirá de termómetro para conocer en qué estado puede afrontar el mes que viene la final del Ironman en Hawái, la competición por excelencia de la larga distancia. Iván Raña (Ordes, 1979) competirá este domingo, a partir de las 15.30 horas (6.30 hora local) el Mundial de media distancia -1,9 kilómetros de natación, 90 de ciclismo y 21,1 de trecho pedestre- en Las Vegas. Una prueba con una participación de auténtico lujo y que estará marcada por el asfixiante calor que predomina en la famosa ciudad norteamericana durante esta época del año y al que el triatleta gallego se ha ido adaptando en la última semana. Ilustres de este deporte como Bevan Docherty, Andy Potts. Greg Bennett, Tim Don, Ivan y Denis Vasiliev o Jan Frodeno serán algunos de los principales rivales que tendrá el campeón del mundo de distancia olímpica en el 2002.
«Este, sin duda, será un buen test para ver cómo ha mejorado mi rendimiento, sobre todo, en el sector de bicicleta», explica Raña, quien agrega: «Es un segmento en el que los grandes rodadores suelen hacer diferencias y a veces son irrecuperables cuando empiezas a correr». De todas formas, la configuración del circuito de Las Vegas no es del todo plana. «Tiene su miga -apunta-, pero aún así se podrá rodar rápido, puesto que no nos encontraremos con giros muy pronunciados que ralentizarían la marcha».
Con los mejores en el agua
De lo que está plenamente convencido Iván Raña es de que debe figurar en las primeras posiciones en la natación para poder tener opciones de concluir la prueba con los mejores. «Se va a ir a muerte, porque esta distancia también se adapta muy bien a las características de los triatletas que están participando en las Series Mundiales. Es muy prestigiosa y hay grandes figuras que se van a esforzar al máximo». Llegar en buenas condiciones a la primera transición incrementa las opciones de éxito: «Si empiezas la bicicleta fresco, tienes una parte importante conseguida, porque, a partir de ese momento, va a hacer un calor asfixiante».
Por encima de los 40 grados
Unas temperaturas que se dispararán al comenzar los decisivos 21,1 kilómetros, que se realizan en tres vueltas a un circuito. «¡Estos días a la una de la tarde se alcanzaban los 47 grados! Afortunadamente para mañana se espera que sea menos intenso, pero aún así estoy seguro de que nos tocará sufrir hasta el final». Raña no quiere ponerse un resultado como meta y reitera que lo de mañana lo usará como un medidor de sus progresos durante la etapa de entrenamientos que acaba de concluir. Además, no aparta ni un ápice la mirada de lo que sucederá dentro de cinco semanas en Kona (Hawái), donde se disputa el trono del Ironman.
«Conocer el ritmo en el que estoy es importante. Quedan 5 semanas para Kona, pero ya se puede ir viendo cómo responden las piernas. A parte de la bici y la natación, en esta carrera se va a correr muy rápido», concluye Raña.