Una tortura que hay que repetir

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

DEPORTES

Los protagonistas destacan la dureza del tramo gallego, pero quieren volver

28 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La novedosa salida a flote, el terreno con muy pocas concesiones para los rodadores, el fuerte viento cambiante, la consolidación de O Ézaro como escalada entre las más duras y el apoyo masivo del público marcan las sensaciones de los protagonistas en un paso de la Vuelta a España por Galicia, que Unipublic piensa ya en volver a repetir. Los corredores insisten en el esfuerzo realizado pero tampoco ven con malos ojos un nuevo paso el año que viene por una zona que les ha dejado encantados tanto a nivel competitivo como paisajístico.

Javier Guillén

«Hemos conseguido lo que queríamos»

El director de la Vuelta a España, Javier Guillén, asegura que con el paso por Galicia la organización ha colmado sus expectativas. «Hemos conseguido todo lo que queríamos, combinar un escenario excepcional con el resultado deportivo del que nos gustan. Fisterra como final de etapa es el broche de oro perfecto», señala el principal promotor de la ronda, que no se atreve a aventurar lo que ocurrirá el año que viene porque «primero hay que acabar este», pero incide en que «voluntad hay toda la del mundo», para que en la próxima edición la carrera vuelva a la comunidad. El paso por O Ézaro y la cantidad de gente reunida allí para seguir la etapa le ha producido una sensación «especialmente positiva» por lo que cree que se puede consolidar como un punto de paso obligado dentro de la ronda ciclista.

Alejandro Valverde

«Sorprendido»

El líder del Movistar y uno de los principales aspirantes a ponerle las cosas difíciles a Nibali, Alejandro Valverde, se mostró «sorprendido» por la dureza de las etapas gallegas que fueron «más exigentes de lo que esperaba», sobre todo el final de ayer en Fisterra. El murciano también quiso zanjar cualquier polémica sobre sus declaraciones en las que afirmaba que «Galicia es buena para hacer turismo». Ayer insistió en que la comunidad se presta para «visitarla con calma y disfrutarla» y aclaró que sus afirmaciones trataban de reflejar, en tono irónico, precisamente esa dificultad del trazado después de «sufrir mucho».

David Arroyo

«Me quedo con una salida tan bonita y con la gente»

El talaverano David Arroyo del Caja Rural, uno de los veteranos del pelotón a sus 33 años, dice que se queda «con una salida tan bonita y espectacular», pero sobre todo «con la gente», que les ha estado apoyando en todo el trazado. De las cuatro etapas disputadas asegura que se queda «sin palabras» para describir lo que son las rampas de O Ézaro: «Hay que subirlas para sentirlo y entenderlo».

José Joao Mendes

«Espectacular, pero muy duro»

Al portugués José Joao Mendes es a uno de esos corredores a los que les toca trabajar, en su caso para el Netapp-Endura, con lo que el periplo gallego de la Vuelta le ha parecido «espectacular, por el paisaje y por el recorrido», pero también «muy duro», debido a las continuas bajadas y subidas a las obliga la carretera.

Maximiliano Richeze

«No nos hemos encontrado nada plano en cuatro días»

Maximiliano Richeze está en un equipo de los históricos como el Lampre, tiene experiencia, pero dice que pocas veces ha visto un sitio como este. «No nos hemos encontrado nada plano en cuatro días y el viento obliga a estar siempre atentos, con lo que el desgaste es grande», señala el argentino, que admite que «el hormigón de O Ézaro» es algo «difícil hasta de explicar».

Pedro Delgado

«Deportivamente, ha marcado la carrera»

Pedro Delgado, uno de los grandes en la historia del ciclismo español y ahora referente en los comentarios de las grandes rondas ciclistas, cree que el tramo gallego de la Vuelta «deportivamente, ha marcado la carrera», porque ayer mismo se vio como algunos favoritos, «como Samuel Sánchez, pasaban problemas y perdían tiempo». En cuanto a la vistosidad de la prueba considera «un lujo ver los sitios y los paisajes» por los que atraviesa el pelotón que son «un placer para la vista». Apunta que «no tiene que haber tantos finales en alto» y más pasos intermedios importantes.