Los 115 kilómetros de abrir boca

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

DEPORTES

26 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Nadie llegó a los escalofriantes seis minutos y 40 segundos de Joaquim Purito Rodríguez durante la etapa del año pasado, pero el que más y el que menos apretó lo que pudo el paso para ascender las rampas de O Ézaro, el único tramo cronometrado en los 115 kilómetros de la ruta cicloturista que ayer emuló la etapa de la Vuelta a España de mañana.

El más rápido en esta escalada, ya emblemática pese que los profesionales la hicieron por primera vez en el 2012, fue José Manuel González Rey, del Dumbría, que paró el reloj en 9,27, 11 segundos menos que José María García Sánchez del Costa Vella y 16 menos que Cristian Blanco Amado, una de las jóvenes promesas del Carballo.

La dureza de la prueba se entiende perfectamente al ver el tiempo del último en alcanzar la cima, que invirtió 31 minutos y 20 segundos. Incluso todo un profesional, ahora retirado, como Ezequiel Mosquera tardó 16,52, aunque bien es cierto que el de Cacheiras (Teo), cuya empresa empresa participó en la organización, ya dijo que se lo iba a tomar con calma.

En cualquier caso, salvo por los pequeños piques entre compañeros, los tiempos eran lo de menos porque la cita estaba pensada como una fiesta para disfrutar del ciclismo y abrir boca de cara la la Vuelta.

Así lo enfocaron los 80 participantes, una veintena de ellos inscritos a última hora, que estaban en el corte de cinta, del que se ocuparon la alcaldesa de Cee, Zaira Rodríguez, y el presidente de la Federación Galega de Ciclismo, Manuel Tallón.

Después de seis horas en la bicicleta alcanzaron el Faro de Fisterra, antes de regresar a Cee, donde les esperaba de nuevo la regidora, junto al alcalde fisterrán, José Manuel Traba, para la entrega de reconocimientos.