En mitad de sus vacaciones, Raúl López repasa vivencias y la actualidad
18 ago 2013 . Actualizado a las 19:40 h.Raúl López traslada en agosto el puente de mando hasta Sanxenxo. Allí disfruta de las vacaciones, de la familia, del mar, de un descanso troceado con algún que otro paréntesis por exigencia de sus empresas o del Obradoiro Blusens Monbus.
-Como ya nos vamos conociendo, empiezo con un ruego, que no haga de cada respuesta un tratado.
-Lo intentaré.
-Escoja para empezar: números, equipo, sensaciones...
-Lo que usted quiera.
-Casi arranco por el final, dejando a un lado la actualidad. Usted tiene cartel de persona volcánica. ¿El Obradoiro le ha suavizado el perfil?
-Todos somos como somos y tenemos nuestro carácter y nuestra forma de actuar. El tiempo también te va cambiando y te va asentando. No es lo mismo tener veinte que treinta, cuarenta o cincuenta. Usted dice volcánico... Yo no usaría esa palabra, porque no soy ningún volcán.
-Ponga vehemente, impulsivo...
-Lo que me dicen es que soy un tío duro. Mi respuesta es, si un tío que quiere respetar y que lo respeten es un tío duro, sí lo soy. Cuando entiendo que una cosa no es justa, lo que creo que hay que hacer es, mirando a la cara, defender lo que uno piensa. Pero sí es verdad que el tiempo se nota. Es cierto que, si bien sigo pensando lo mismo, quizás lo transmito de otra manera.
-¿Disfruta más en el palco de Sar o en mitad de la ría?
-Responda sin pensar. ¿Qué momento se le viene a la cabeza como el que más ha disfrutado?
-¿Y el momento más delicado?
-¿El deporte da más alegrías o más sinsabores?
-Aparte del mar y del Obradoiro, ¿tiene otras aficiones?
-¿La familia disfruta con el baloncesto?
-Me apoyan. Creo que lo ven como un vicio que no mata. Saben que me gusta y están conmigo. Mi mujer dice, o contigo o tenemos un problema. Les agradezco su generosidad.
Se han ido piezas claves como Salah Mejri, Levon Kendall o Andrés Rodríguez. Y a pesar de la reducción presupuestaria, el nuevo proyecto promete.
-Pinta bien el Obradoiro 13/14.
-Es un equipo jovencillo, con ganas. No podemos aspirar a fichajes de renombre. Dentro de nuestras posibilidades, tenemos que buscar jugadores con hambre. Tratamos de que cada año siga una columna vertebral, para dar continuidad. Y tenemos casos de jugadores que han firmado este año porque hablaron con compañeros que estuvieron antes en el club y ninguno le ha dicho que no viniera. Les dicen que no pagamos mucho, pero lo comprometido se paga.
-¿Qué cabe esperar del pívot que falta por llegar?
-Nunca hemos tenido prisa por fichar, y menos ahora, que la plantilla está casi terminada. Hay que esperar hasta que aparezca esa pieza. Y no podemos romper el equilibrio salarial del equipo. Será un buen fichaje.
-¿Hay horario oficial para los partidos de casa?
-Están condicionados a las televisiones. También influye el calendario de la Euroliga, cuando te enfrentas a rivales que la juegan. El año pasado, con el Real Madrid, nos cambiaron el horario cuando ya había muchas entradas vendidas. Al final, sin embargo, creo que nos fue bien, porque TVE retransmitió otros tres partidos del Obradoiro y eso es bueno para la difusión de marca. Son muy poquitos los partidos en los que podemos elegir horario.
-Acostumbrar el paladar al caviar del play off es fácil. ¿Teme que se pueda perder la perspectiva, que no se enfoque bien el menú?
-El año pasado es aquello que disfrutaste y no te pueden quitar. Pero aquí estamos obligados cada año a empezar de nuevo. Lo tenemos claro. Partimos de cero. Si nos dejamos llevar por la euforia y pensamos que toca pelear otra vez por el play off, tendríamos un problema. Eso no quiere decir que renunciemos a nada. Hay que mentalizar a los seguidores de que cada año es nuevo, pero el primer objetivo es la permanencia. Lo que sí debemos mantener es la humildad de hemos tenido las temporadas anteriores.
-Vamos con los números. ¿Cuál es el parte médico de la economía del club?
-Lo he dicho por activa y por pasiva. Volvemos a bajar el presupuesto por falta de ayudas institucionales. Ahora la previsión en ese apartado es mínima. Y, si se cumple, creo que cuadraremos ingresos y gastos.
-Pero hay deuda acumulada.
-Es un arrastre que viene, ya no solo de la primera temporada en la ACB, sino también de antes. Y habría que sumar lo que le comentaba. Lo que hemos tenido que hacer es atrasar algunos pagos para ir poniendo las cosas al día. Es una deuda importante, pero no para pensar en la desaparición. Daremos los números en la asamblea.
-Por contra la pasada campaña ingresaron más de 200.000 euros por Mejri, Andrés y Kendall, y al quedar octavos en la ACB entró dinero no previsto.
-Bueno, en la última asamblea de la ACB nos confirmaron un desfase de un millón de euros que hay que asumir entre los dieciocho clubes. Son tiempos difíciles para todos. Nuestro compromiso es no dejar que el club se muera económicamente.
-¿El presupuesto se va a quedar en unos 2,5 millones?
-La idea es bajar unos 500.000 euros en la plantilla porque en lo demás está todo ya muy ajustado. Tenemos que crecer por el lado del márketing. Es muy difícil traer una gran cantidad, pero a lo mejor se pueden conseguir muchas pequeñas cantidades.
-¿Conseguir un gran patrocinador es una tarea imposible?
-Es difícil, aquí y en el mundo mundial.
-¿Blusens y Monbus seguirán cubriendo ese flanco?
-Nuestro objetivo es que haya un patrocinador ajeno al club.