Armar un equipo de baloncesto no es como ir de compras al Corte Inglés y escoger, ni siquiera para los pudientes Barcelona y Real Madrid, porque los más poderosos no siempre pueden elegir las prendas que mejor lucen en el escaparate. En casos como el del Obradoiro, la tarea todavía se complica más. Mucho más. Sale al mercado con un presupuesto exiguo, obligado a arriesgar y afinar, a no dar puntada sin hilo para competir en la Liga Endesa con rivales de alta costura. Con los menos de dos millones de euros que tiene para toda la plantilla no le bastaría para pagar a Rudy Fernández o Juan Carlos Navarro. Y a alguno más.
El proyecto 2013/14, al que no le queda mucha tela que cortar, tiene detrás una labor de sastrería sumamente laboriosa. Son incontables las horas del cuerpo técnico encabezado por Moncho Fernández revisando vídeos, o las del director general, José Luis Mateo, haciendo acopio de datos sobre jugadores que puedan entrar en el radar económico de Sar.
Primero fueron las renovaciones. Después empezaron a caer los fichajes. Para cada puesto, una relación de diez o doce aspirantes, sin contar los de ACB. En total, más de cincuenta dnombres entre los que han salido Mario Delas, Mike Muscala, Durand Scott y Vasilis Xanthopoulos. Solo se resiste el pívot que pondrá el broche al final.
Mateo explica como es el making-of de la plantilla. Y empieza por poner en contexto esa colección de nombres propios sobre la que se ha centrado la búsqueda: «En la lista no está Spanoulis».
La confección de la lista empieza la temporada anterior. «Durante el año ?explica Mateo- veo muchos partidos de otras ligas para ir cogiendo referencias de jugadores que puedan ser interesantes. Conseguimos deuvedés y los técnicos los van revisando en viajes o en momentos que no interfieren con el trabajo del día a día».
Al acabar el curso se sientan las bases del nuevo proyecto. Primero, con el balance de la temporada. Después, con la decisión sobre las renovaciones. En este caso, las de Oriol, Rafa Luz y Stobart (que fue el primer en firmar), además de intentar la continuidad de Andrés y Kendall a sabiendas de que su deseo era cambiar de equipo. Y, a partir de ahí, manos a la obra.
El Obradoiro comunica a la ACB que incluye a Oriol y Rafa Luz en el derecho de tanteo. Y en el perímetro siguen Corbacho, Dewar y Pumprla, los tres aleros que disputaron más minutos en ese sector.
Primer fichaje
Para el primer fichaje el deseo es conseguir un pívot o un base que no sea extracomunitario. Y en cuanto Mario Delas entró en el radar fue ganado para la causa. «Puede jugar de cuatro o de cinco -refiere Mateo-. La clave estuvo en convencerlo de lo que esperamos de él, que sea un jugador importante en una liga importante».
A continuación llega el turno de Oriol y Rafa Luz, después de que ningún otro club de ACB presentase oferta por ellos. «No fue fácil -indica el dirigente- pero las dos partes queríamos llegar a un acuerdo. Después de relajar la tensión, todo se puso en perspectiva y llegó el entendimiento». Y también se concreta el retorno de Iñaki Sanz.
El siguiente paso es ocupar una de las dos fichas de extracomunitarios, bien en la posición de base o en la demarcación de un cinco. La otra plaza de extracomunitario quedará para el final.