El británico vence en una gran última vuelta ante el campeón etíope Jeilan
11 ago 2013 . Actualizado a las 12:56 h.El británico Mo Farah ha dado el primer paso hacia un nuevo doblete en el fondo de unos grandes campeonatos al ganar los 10.000 metros en la primera jornada de los Mundiales de atletismo de Moscú.
Farah se impuso con un tiempo de 27:21,71 minutos, por delante del etíope Ibrahim Jeilan, plata con 27:22,23, y del keniano Paul Tanui, bronce con 27:22,61. Jeilan, precisamente el hombre que dos años antes en los Mundiales de Daegu le había negado el doblete a Farah al derrotarlo en la final de 10.000, se batió con fuerza en el fragor de la recta, pero esta vez el británico de origen somalí tenía una marcha más en las piernas y no se dejó sorprender.
Mo Farah, una de las grandes figuras actualmente del atletismo, ya hizo doblete el año pasado en los Juegos Olímpicos de Londres, donde el estadio olímpico entró en éxtasis al verle ganar los 10.000 y los 5.000 metros. Farah, de 30 años, pretende repetir la hazaña en Moscú. El discípulo del entrenador cubano Alberto Salazar estuvo cerca de lograrlo hace dos años en los Mundiales de Daegu, pero quedó segundo en el 10.000.
Fuera de la final de disco tras sufrir una accidental fractura de nariz
La anécdota de la primera jornada de los Mundiales de atletismo en Moscú la protagonizó la ucraniana Natalia Semenova, que tuvo que decir adiós a toda posibilidad de clasificarse para la final de lanzamiento de disco al ser golpeada en la nariz de forma involuntaria por una rival. La polaca Zaneta Glanc rompió la nariz de la ucraniana al simular un movimiento de tiro durante el calentamiento en la zona al lado del círculo de lanzamientos, informó la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo).
Semenova sangró profusamente, pero aún así intentó un único tiro de 55,79 metros que no fue suficiente para clasificarse a la final. Terminada la competición, la atleta fue trasladada a un hospital, donde los médicos le pusieron dos puntos y le dijeron que deberá esperar cinco días antes a que remita el hematoma para decidir si operarla o no. «Siento mucho lo que pasó. Estaba en gran forma y había tenido buenos resultados en los entrenamientos. Estaba segura de que pasaría a la final», dijo la ucraniana de 31 años, según el comunicado distribuido por la IAAF. «Mi entrenador me dijo que me retirara, pero tenía que lanzar para que mi marido y mis padres, que estaban mirando los campeonatos por televisión en Donetsk, supieran que estoy viva. Sigo siendo la chica de hierro», añadió.