Jesús Domínguez, un torpedo a 50 brazadas por minuto

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

DEPORTES

La dureza de la prueba fue más que evidente en el tramo que une las Illas Sisargas con la punta del cabo de San Adrián.
La dureza de la prueba fue más que evidente en el tramo que une las Illas Sisargas con la punta del cabo de San Adrián.

El nadador coruñés destrozó el crono al cubrir el trazado en 56.55

29 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Llegó a Area Maior como si la cosa no fuera con él. Sonriente y sin exteriorizar que se había dado una paliza en las complicadas aguas de Malpica. Pero Jesús Domínguez (A Coruña, 1983) está acostumbrado a estos retos. Incluso mayores. Es el vencedor de la Batalla de Rande, en Vigo, una durísima prueba de 27 kilómetros. Tal vez por eso, los 4,4 que separan el archipiélago de Sisargas de Area Maior han sido un pequeño aperitivo para este auténtico torpedo del agua. Jesús Domínguez paró el crono en 56 minutos 55 segundos, rebajando en quince minutos el anterior récord. Para completar el trazado necesitó 3.000 brazadas, a una media de 50 giros por minuto.

Pero la prueba de ayer dejó estampas hermosas. Sobre todo en la primera parte de la travesía, donde el viento fuerza siete sureste obligó a los 92 deportistas a dejarse el alma y algo más en el agua. La fuerte corriente en canal (entre Sisargas y la punta de San Adrián) empezó a marcar las diferencias desde el principio. Algunos tuvieron serias dificultades para cubrir este tramo tan complicado.

Si embargo, todos los nadadores, menos una chica que empezó a marearse y tuvo que retirarse de la prueba, cubrieron la travesía. Algunos llegaron con la cara casi desencajada del esfuerzo realizado; otros, más experimentados en estas lides, alcanzaron la orilla en mejores condiciones, pero todos con la cara de satisfacción de haber hecho algo grande.

Y es que los diez primeros clasificados cubrieron el trazado en menos de una hora. Entre ellos, la triatleta profesional de Pontevedra Saleta Castro, la campeona de España y de Galicia, que quedó tercera en una de la pruebas más duras que se celebran en el mundo: la Ironman de Lanzarote. «Vengo a prepararme para la Ironman de Wisconsin», comentó Saleta antes de iniciar la travesía. Pese a que era una de las favoritas en categoría femenina, fue superada en la meta por Alba López, que concluyó en segundo lugar, junto a Javier Martínez. Ambos emplearon 59 minutos y 30 segundos.

Pero la gran mayoría de los que ayer se tiraron al agua desde los cerqueros Casal Novo y Eugenio Tercero lo hicieron con un solo propósito: cubrir el recorrido por simple orgullo.

Fatiga

Incluso cuando la fatiga era evidente en sus rostros, todos decían que se encontraban bien. Hasta el último clasificado, Fernando Abreu Fernández, de Salvaterra do Miño, que llegó a Area Maior casi una hora después del vencedor de la prueba. «Se me subieron los gemelos al poco de comenzar pero fui a mi ritmo y dentro de lo malo acabé, que era lo importante», señaló.

Otros acudieron a Malpica por una causa solidaria. El vigués Diego Viruel se puso la típica nariz roja de payaso al salir del agua. En su muñeca derecha una pulsera azul en homenaje a las personas que sufren fibromialgia. Su lucha y su causa de ayer, Brazadas Solidarias, una forma de apoyar a las personas que sufren enfermedades raras.

Por eso, al final de la prueba el presidente del Club Travesía Sisargas, Daniel Gambón, estaba tan exultante. «Fue una prueba muy dura y he de agradecer el esfuerzo de todos por hacerla». Al finalizar la entrega de premios -a la que acudieron entre otros el alcalde de Malpica Eduardo Parga, los concejales Miguel Fernández y Manuel Torrado y el patrón mayor, Genaro Amigo-, los participantes degustaron una paella.

En el recuerdo de los presentes estuvieron las víctimas de la tragedia de Santiago. Antes de empezar la travesía, en el puerto, los nadadores guardaron un respetuoso minuto de silencio.