Muirfield, un campo para la historia

Manuel Piñero BAJO PAR

DEPORTES

18 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En Muirfield se respira historia del golf. Probablemente, con Saint Andrews, el mejor de todos los campos por los que rota el British Open. Solo por la circunstancia de que se juega allí estoy convencido de que esta edición será apasionante. No en vano, en él se vivieron duelos de leyenda. Recuerdo con especial atención el que alumbraron Tom Watson y Jack Nicklaus en 1977. Pelearon palmo a palmo por la victoria en un recorrido franco, sin apenas golpes ciegos, abierto al talento de los jugadores. Hay, sin embargo, una variable que puede ser determinante para el desarrollo del torneo. El viento convertiría los 18 hoyos del campo escocés en un camino terriblemente complicado.

Bajo esas condiciones ganan enteros golfistas irlandeses como Rory McIIroy, siempre muy completo, pero que últimamente no acaba de encontrar su mejor forma, o Graeme McDowell. Tampoco me gustaría olvidarme de los ingleses Donald, Poulter y, por su puesto, Justin Rose, quien se ha liberado de la presión tras vencer en el U.S. Open. El mismo peso que parece atenazar a Tiger Woods. Al norteamericano le está costando conquistar un major. Acumula 20 consecutivos sin conocer el triunfo. Algo impensable hace poco, cuando en apenas una década sumó 14 grandes a su palmarés.

Entre los favoritos, no faltarán el australiano Adam Scott, reciente vencedor del Masters, y el español Sergio García. Para el de Castellón, Muirfield le trae excelentes recuerdos. En ese mismo lugar consiguió el British Amateur y no me extrañaría que diese la sorpresa. Alcanzaría de este modo el éxito de máximo nivel que aún necesita.