A menos de veinticuatro horas para el cierre del plazo de inscripción en la Liga LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto español, el Básquet Coruña aseguraba no tener el aval de 180.000 euros requerido por la Federación Española de Baloncesto y amenazaba con disolver el primer equipo, que la pasada campaña disputó la fase de ascenso a ACB. El plazo vence a la una de esta tarde.
El presidente del Básquet Coruña, Carlos Lamora, espetaba: «Más no podemos hacer. Fue la temporada de la ilusión, el proyecto era competitivo. La actividad de cantera y social fue insuperable. Ayuntamiento, Xunta y Diputación nos han dado lo que han podido. Pero lo cierto es que la media de asistencia al Palacio fue de unos 2.000 aficionados y ahora los que se tienen que mover son otros». La alusión indirecta se convirtió en referencia directa poco después: «Mucha gente no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde. El Básquet Coruña sobrevive gracias a tres locos que hacemos piruetas para poder pagar a todo el mundo y que el proyecto de cantera funcione. No debemos nada a nadie. No pedimos dinero, sino que respalden que el club cumplirá. Eso depende del apoyo de la empresa privada».
«Cuando Antonio Herrera me dijo que tenía una oferta del Unicaja, no le pude asegurar que íbamos a salir en LEB Oro y él no podía esperar», afirmó. Lamora aseguraba ayer que «si no se logra el aval, el Básquet Coruña no saldrá en EBA, porque no tiene sentido, ya que tendríamos que traer gente de fuera. El primer equipo se disolverá y la entidad pasará a ser un club de cantera».
«Intentaremos hacer un equipo de Primera Nacional, con buenos júniores de primer año, que pueda optar al ascenso a EBA y las categorías superiores en los próximos años», añade. «Esta situación sería perjudicial para el baloncesto coruñés, no cabe duda. Pero entre todos la mataron y ella sola se murió», concluía.