España no puede con Maracaná

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Felipe Trueba

La selección brasileña se lleva la Copa Confederaciones tras arrollar en la final a los de Del Bosque, que no fueron capaces de imponer su juego

01 jul 2013 . Actualizado a las 12:35 h.

El sueño del «Maracanazo» duró menos de dos minutos, el tiempo que necesitó Brasil para adelantarse en el marcador. La anfitriona ha logrado el tercer título consecutivo de la Copa de las Confederaciones tras derrotar con comodidad a España (3-0) en un partido en el que los Del Bosque no pudieron imponer su juego y se quedaron lejos de su mejor versión, la que les ha llevado a ganar el Mundial 2010 y las Eurocopa del 2008 y 2012.

Con tres goles en momentos clave, Fred por partida doble al inicio de cada parte y otro de Neymar al borde del descanso, los de Luis Felipe Scolari se llevaron su cuarta Copa Confederaciones. Un penalti fallado de Ramos en el minuto 55, con el tres cero en contra, pudo cambiar las cosas, pero el vendaval brasileño no tuvo freno. Con una gran presión y liderados por Neymar en ataque, Brasil impidió a España entrar en juego. Los de Del Bosque, con Brasil y Maracaná eufóricos, sufrieron los últimos minutos incluso con un jugador menos, por la expulsión por roja directa de Piqué en el 68, el despliegue local.

Brasil superó en fuerza, velocidad, energía y ambición a España. El plan del anfitrión estaba claro: robo de pelota y contra fugaz. Funcionó a la perfección.La dureza y la presión de los brasileños anularon a la selección española y a Iniesta, que aunque intentó templar, conducir y driblar desde el callejón de la izquierda, se vio maniatado por el juego defensivo y destructivo de los de Scolari.

España estaba nerviosa y superada. Se notaba en sus desajustes defensivos y en las pérdidas en la salida de balón. Anulados por la presión asfixiante del rival, España afrontaba el más difícil todavía, una remontada en Maracaná. El sueño se tornaba en pesadilla. Faltaba consistencia defensiva al centro del campo y los errores costaban caro. Brasil llegó fácil y en oleadas. Sus jugadores iban al límite, superiores en el físico a un rival que tuvo un día menos de descanso y que llegó a la final tras prórroga.

Neymar deslumbra

Si el Mundial de 2010 fue el de Iniesta, encumbrado por el tanto más decisivo de la historia de España, la Copa Confederaciones ha sido la de Neymar, autor de cuatro golazos en cuatro partidos en un torneo en el que al crack brasileño ha deslumbrado jornada tras jornada, hasta quedar consagrado en la final, en el mejor escenario posible.

El desequilibrante Neymar es un genio, espectacular en desborde, desmarque, velocidad, control... y remate, como pudo comprobar Casillas al filo del descanso, cuando el ídolo de Brasil se marcó un zurdazo pleno de potencia y colocación para dejar ya prácticamente sentenciado el título. El pulso que tanto prometía entre Neymar e Iniesta en busca del Balón de Oro lo ganó el '10' brasileño sin oposición, porque no hubo color frente al '6' español, que tras dejar boquiabierto de nuevo al planeta futbolístico con sus exhibiciones frente a Uruguay y Nigeria, se apagó, como toda España, en el partido definitivo.

La Confederaciones se clava como una espina y sirve de aviso para el Mundial que asoma en el que la selección española, que sumaba 29 partidos sin perder, ya no será la gran favorita.