«Una vez que la pelota comienza a rodar las personas van a entender y esto va a terminar», añadió Blatter, quien en la apertura de la Copa Confederaciones, el sábado en Brasilia, fue blanco de estrepitosos abucheos junto a Rousseff. Al respecto, Blatter minimizó la hostilidad contra la mandataria, por quien él intentó dar la cara pidiendo fair play a las tribunas consiguiendo que los silbidos redoblaran, y dijo que los abucheos fueron porque la gente quería ver fútbol. «En un estadio, ellos (los aficionados) quieren fútbol y no discursos políticos», consideró.