Los españoles defraudan en Moto2

Colpisa

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Redding logra el mejor tiempo en una clasificación extraña donde la estrategia de ocultarse pesó más que la ambición de los pilotos

01 jun 2013 . Actualizado a las 20:06 h.

En el Gran Premio de Italia fue a Redding al que le tocó golpear primero. Conquistó la pole adelantándose a sus más directos rivales en la conquista por el triunfo final en Moto2. Por poco más de una décima venció a Nakagami, con un segundo lugar que le sabe a poco, según reconoció a la conclusión ya que esperanzaba mucho más. El rendimiento de su máquina no fue la esperada, a pesar de que este sábado el clima mejoró notablemente con respecto a las condiciones en las que tuvieron que correr el viernes.

Frente a la poderosa autocrítica del japonés estuvo la esperanza de Schrotter, tras completar la primera línea de manera sorprendente.

Defraudaron los españoles después de avisar durante la FP3, al filo del mediodía toscano, que presentarían guerra. No querían que un nipón les aguara la fiesta como había ocurrido con demasiada asiduidad. Si algún rival extranjero les vencía, tendría que sudar bastante sobre el asfalto para lograrlo. Pero la realidad fue otra. No se sabe bien si se trató de la estrategia o fue la falta de aptitud de algunos de ellos, pero lo cierto es que no lograron rodar a buen ritmo en ningún parcial.

Fue una jornada extraña. Nadie quiso «prestar» su rueda para que sirviera de referencia. Esta lucha psicológica solo sirvió para que Nico Terol quedara quinto y Tito Rabat, sexto, con unas marcas muy discretas para el potencial de sus motos. El gran enfado llegó desde el box del equipo Tuenti Hp 40 de la mano de Aleix Espargaró. Su hermano Pol abortó la última vuelta en la que estaba haciendo un tiempo cercano a la cabeza de carrera. Ni su misma sangre entendió el motivo por el que prefirió quedar en un discreto décimo puesto. Él no lo explicó al terminar. Prefirió callarse, quizá buscando continuar con esa táctica de ocultarse que han seguido el resto de corredores.

La decepción final llegó con Toni Elías, que quedó último. Cualquier tiempo pasado fue mejor sin duda para el de Manresa, pero lo vivido en el feudo transalpino puede significar un punto y aparte en su futuro a corto plazo. Le queda todavía la carrera de este domingo para intentar resarcirse y hacer como el resto de sus compatriotas: solo pueden mejorar en la conquista por sus respectivos objetivos. Unos por arriba y otros por abajo. Pero el nivel debe subirse.