Con la emigración gallega dispersada por los cinco continentes, no es raro encontrar a hijos de la tierra en todo tipo de actividades de éxito. No lo ha sido en la Formula 1, con uno de sus más señalados campeones, Niki Lauda, con sangre galaica gracias su abuelo paterno. Pues bien, el circo de la velocidad tiene como presidente de una de sus escuderías más míticas, Lotus, a otro descendiente de la terra: Gerard López Fojaca.
Su origen hay que buscarlo en A Chaira. En el concello de Riotorto vivían sus padres, y desde la parroquia de Espasande de Abaixo, como tantos otros españoles en tiempos pretéritos (y no tanto), emprendieron el camino de la emigración. Su destino, ya como inmigrantes, fue uno de lo países más prósperos de Europa: Luxemburgo. Y allí nació Gerard.
Muchos veranos de su infancia, regresó a la aldea de sus progenitores. Un chaval más en las fiestas veraniegas, en los partidos de baloncesto en la cancha del colegio, o en las excursiones a la discoteca Hermo.
Todo esto quedó atrás y, al parecer, hace tiempo que no vuelve. Estudió en Estados Unidos, y con el tiempo, se convirtió en inversor, en un empresario de éxito, fundador de la firma de capital riesgo Mangrove. A través de otra de sus compañías, Genii, adquirió la propiedad de la escudería británica Lotus.
Bajo su mando, contrataron a Kimi Raikkonen, actual segundo clasificado, y van terceros en la tabla de constructores.