El Obradoiro dobla su sueño y pone proa al play off

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

XOÁN A. SOLER

El Real Madrid espera en la primera ronda de las eliminatorias que decidirán el título

20 may 2013 . Actualizado a las 13:49 h.

Si hay un equipo que ha demostrado su capacidad para levantarse una y otra vez, ese es el Obradoiro Blusens Monbus. Su historia, azarosa, tiene mucho de épica y de sufrimiento pero, sobre todo, de instinto de supervivencia. De ahí que una conquista como el play off tenga algo muy parecido al sabor de un título para su gente.

Esa cima la coronó el colectivo de Moncho Fernández con un partido en el que el equipo supo jugar con corazón y cabeza porque, de otro modo, hubiese sucumbido ante un Bilbao combativo que amenazó hasta el último minuto.

En ese momento ganaban los santiagueses de cuatro y ya se sabía que el Barça había noquedo al Unicaja. A falta de 46 segundos le pitaron personal en ataque a Hummel. Y Sar, puesto en pie, vivió con el corazón en un puño un intento triple de Mumbrú que, de haber entrado, hubiese puesto las cosas muy feas. Se fue al aro y Andrés gestionó con maestría lo que quedaba de partido para que el éxtasis envolviese al obradoirismo.

El gran mérito del equipo, el que le ha permitido acabar octavo la fase regular, remite a su confianza y su capacidad de superación. Nunca se vino abajo, ni siquiera después de derrotas tan dolorosas como la de Badalona, que lo dejó a un paso de entrar en la Copa. O la del Unicaja, porque el sueño del play off, a partir de ese momento, dependía de terceros.

Esa fue también la historia del partido ante el Bilbao, pero con otros ritmos. Porque el Obradoiro salió desatado, rayando a su mejor nivel, y acabó apretando los dientes, sufriendo, ante un rival que nunca se entregó.

En el primer cuarto, el colectivo de Moncho Fernández dejó al Bilbao en solo trece puntos. Y anotó con una continuidad y una fluidez brillantes, con el valor añadido de que el conjunto vasco apretaba en defensa pero no podía con la avalancha local. Dos triples de Dewar, uno de Corbacho, la hiperactividad de Pavel Pumprla... Y el primer acto se cerrró con 22-13.

En el segundo, Mumbrú tocó a rebato y lideró una remontada que en un visto y no visto dejó el marcador en 25-24. Nuevamente el Obradoiro encontró auxilio en los triples y en la defensa. Empezó Rafa Luz, siguió Hummel y completó Corbacho con un par de sus fogonazos. Al descanso, 45-37.

Correcciones en el descanso

En los vestuarios los dos técnicos tomaron nota de las vías de agua. El Obradoiro consiguió secar el manantial de Mumbrú. Y el Bilbao hizo lo propio con Dewar y Corbacho: entre los dos, veintidós puntos hasta el intermedio y solo cinco después.

El Obra entró en el último cuarto con doce puntos de renta. Y sufrió frente a un adversario que llevaba 1/9 en triples e hizo 5/9 en el tramo decisivo. Seis puntos seguidos de Mejri y otros seis de Kendall del tirón capearon el temporal. Y Andrés Rodríguez anotó la canasta de la tranquilidad.

Al final, 79-73. El Obradoiro hizo su parte. El Barcelona, que derrotó al Unicaja, ya había cumplido con la suya un par de minutos antes. Victoria, play off y júbilo en Sar. Tocan los cuartos de final ante el Real Madrid.

Ficha técnica

79-Blusens Monbus: Andrés Rodríguez (2), Pavel Pumprla (11), Benjamin Dewar (13), Levon Kendall (14), Salah Mejri (12) -cinco inicial-, Robbie Hummel (10), Jorge Sanz (-), Alberto Corbacho (14) y Rafa Freire (3).

73-Uxue Bilbao Basket: Nikos Zisis (17), Fran Pilepic (3), Álex Mumbrú (9), Axel Hervelle (2), Lamont Hamilton (14) -cinco inicial-, Adrien Moerman (8), Raül López (5), Mamadou Samb (5) y Roger Grimau (10).

Parciales en cada cuarto: 22-13 / 23-24 / 18-14 / 16-22

Árbitros: García Ortiz, Carlos Peruga y Fernando Calatrava. .

Incidencias: Multiusos de Sar. Último partido de la fase regular. Casi lleno, con 5.714 espectadores. Antes del encuentro, Mejri recibió el galardón de jugador revelación de la Liga Endesa de manos de Albert Agustí, director general de la ACB.