Moncho Fernández: «Todavía queda mucha tela que cortar»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Moncho Fernández analizó el encuentro muy enfadado y con cara de pocos amigos.
Moncho Fernández analizó el encuentro muy enfadado y con cara de pocos amigos. ÁLVARO BALLESTEROS< / span>

El técnico del Obradoiro evitó pronunciarse sobre el arbitraje

05 may 2013 . Actualizado a las 18:51 h.

No pudo ser, pero el Obra todavía está vivo. Perdió su primera gran final y ahora la ventaja es para el Unicaja. Pero ya en vísperas del encuentro Moncho Fernández, entrenador del Obradoiro, comentó que el resultado de este encuentro no iba a ser definitivo. «Queda mucho en juego, vamos a sacar lo mejor de nosotros para ganar el próximo partido. Solo pensamos en hacer el mejor entrenamiento el martes», declara al finalizar el choque el de Pontepedriña. El técnico santiagués insiste: «Todavía queda mucha tela que cortar».

Sin embargo, la cara de Moncho Fernández no era la de siempre. No se parecía en nada a la que muestra en rueda de prensa cuando su equipo pierde. Esta vez llegó con más dolor, con una mirada más perdida. Apenas tenía ganas de explicar lo sucedido sobre la pista. Y de los árbitros, lo justo. Lo de casi siempre: «Cuando pienso que no han acertado, protesto y nada más». Pero el de Pontepedriña se mordió la lengua. Estaba muy enfadado, tremendamente dolido porque las decisiones arbitrales alejaron a su equipo de un triunfo histórico.

Tuvo tiempo para decir que fue un partido «muy igualado, con muchos contactos y muy físico». Ahora, quiere pensar en positivo: «Los resultados no se pueden cambiar. Ya olvidé este partido hace cinco minutos», explica. La mejor parte de su comparecencia fue para el plantel: «Estoy muy orgulloso del esfuerzo de los jugadores», sentencia con cara de pocos amigos.

Por eso, insiste en que cuando se juega con un equipo de los grandes, con un presupuesto infinitamente superior al del Obra, es fundamental llegar con vida al final y poder disputar la victoria. Eso hizo el cinco compostelano, pero sin suerte. Mira un rato hacia atrás y recuerda que en la recta final «un rebote de Hummel que tira y falla, y un rebote ofensivo del Unicaja en el que estaba Kendall y se cayó; Hummel tenía que meterla y Kendall tenía que coger el rebote. Fueron un par de fallos que nos costaron el partido».

La parte «más positiva» es que el Obradoiro se quedó con el basquetaverage a favor. Tras la derrota, Moncho Fernández intenta animar a los suyos: «Lo primero que les dije, arriba y vamos a ganar el próximo partido como sea. Nos dejaremos la piel en el intento».