De Jason Collins a Fashanu: el difícil camino del deportista gai

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DEPORTES

TAMI CHAPPELL

Actores, músicos y políticos dieron hace años el paso de hablar abiertamente de su opción sexual. Todo ha sido más lento en el deporte masculino

29 abr 2013 . Actualizado a las 23:53 h.

Jason Collins sacudió el mundo del deporte con su anuncio confesando su homosexualidad. Actores, músicos y políticos dieron hace años el paso de hablar abiertamente de su opción sexual. Todo ha sido más lento en el deporte masculino, el último tabú con el que acabó el jugador de la NBA. «Bien hecho, Jason Collins. Eres un hombre valiente. 1981 fue mi año. 2013 es el tuyo», escribió en twitter Martina Navratilova, quizás la mejor tenista de la historia y una de las primeras deportistas en reconocer su homosexualidad.

La también tenista francesa Amelie Mauresmo la siguió más recientemente, pero pocos hombres se habían atrevido a dar el paso. El jugador estadounidense de fútbol Robbie Rogers reveló en febrero que es gai y que deja el deporte.

Ahora Jason Collins va un paso más allá. Es el primer deportista en activo de las ligas profesionales de Estados Unidos en admitir públicamente su homosexualidad. En el deporte, un mundo eminentemente masculino, la homosexualidad surgió tradicionalmente sólo de forma velada a través de rumores de prensa sensacionalista y de declaraciones excluyentes. El seleccionador que llevó a Brasil al cuarto título de campeón del mundo de fútbol, Carlos Alberto Parreira, aseguró en el 2006 que en su opinión un jugador homosexual no sería convocado para una selección brasileña.

El ex seleccionador de Uruguay Jorge Fossatti reaccionó así al ser preguntado sobre si toleraría a un jugador homosexual en su equipo: «Creo que un jugador homosexual no debe estar en una plantilla profesional, existen determinadas normas que deben ser resguardadas. Para mí, un futbolista homosexual sería un trasgresor entre hombres».

El asunto se llegó a convertir en arma arrojadiza en la lucha de egos entre dos de los más grandes del fútbol mundial. Diego Armando Maradona utilizó las confesiones de Pelé de haberse iniciado en el sexo con hombres para desacreditar al brasileño como número uno mundial y minimizar sus problemas con las drogas. «¿Por qué a Pelé, que debutó (tuvo su primera experiencia sexual) con un chico lo eligen como uno de los mejores deportistas del siglo y a mí, porque uso drogas, me dejan fuera?», comparó el argentino.

El futbolista Justin Fashanu fue un precursor al confesar su orientación en 1990 en el diario británico The News of the World. Volvió a las portadas de los diarios, pero no por su condición sexual ni por sus hitos deportivos. Se suicidó a los 37 años en una zona miserable de Londres, tras ser acusado en Estados Unidos de abuso de menores.

El mismo diario británico publicó en el 2006 que dos jugadores de primera división y un conocido DJ habían sido grabados con una cámara mientras protagonizaban una «orgía homosexual». El diario no dio nombres, pero de los datos se podía inferir que uno de los participantes en la fiesta era el lateral internacional Ashley Cole, que a través de su abogado entabló una denuncia.

Deportistas estelares han defendido públicamente la libertad de la orientación sexual y han apoyado la normalidad, aunque en junio, durante la pasada Eurocopa de fútbol, Antonio Cassano, controvertido futbolista italiano, no les siguió. «Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos», dijo el delantero al responder a las preguntas sobre las palabras del presentador de televisión Alessandro Cecchi Paone, que dijo que había dos homosexuales y un bisexual en la selección italiana.

El actual técnico del equipo azzurro, Cesare Prandelli, escribió el año pasado el prólogo de El campeón enamorado, un libro sobre la homosexualidad en el mundo de los deportistas. «La homofobia es racismo», escribió Prandelli. «En el fútbol y en el deporte aún existe un tabú sobre la homosexualidad, cuando la gente debería vivir libre de acuerdo a sus propios deseos y sentimientos».

El periodista canadiense Roger LeBlanc presentó durante un congreso del organismo Play the Game una investigación sobre el tema: su conclusión es que hay una «conspiración de silencio» en torno a los deportistas gais, en especial en los deportes que son de contacto y por equipos. Hoy Jason Collins rompió con esa conspiración y quizás otros sigan sus pasos para que en el futuro el deportista gay deje de ser noticia.