El alero confía en un entramado defensivo difícil de descifrar
25 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Es fácil que en la retina queden los triples inverosímiles de Corbacho, uno de los jugadores de la Liga Endesa de los que menos tiempo y espacio necesita para armar el tiro. Y esa velocidad en la ejecución, ese baloncesto chispeante, ha transmitido una imagen del alero balear como un especialista en la larga distancia. Sin duda, es su cualidad más distintiva, pero hay mucho baloncesto en ese junco de dos metros, capaz de leer y procesar los partidos con la misma determinación que aplica a sus lanzamientos.
Echando la vista atrás, y más concretamente a las dos derrotas ante el Joventut y la de Madrid ante el Estudiantes, incluso la de Sar ante el Fuenlabrada, en partidos que se movieron a tirones, apunta lo siguiente: «Quizás los equipos imprevisibles, que viven de las rachas, sean los que más nos han apretado las tuercas».
Y el sábado toca el Lagun Aro, un colectivo que se aproxima a ese perfil, con jugadores como Woods, Morris Finley o Salgado que se vuelven especialmente peligrosos cuando entran en combustión. Sin embargo, a Corbacho lo que más le preocupa es que «para ellos, el partido es un ultimátum. Todavía no están descendidos, pero sus opciones pasan por no perder. Tendrán que echar el resto, y va a ser muy duro».
La presión del play off
Al poner sobre el tapete el asunto de la presión, el número 33 del Obradoiro no oculta que el hecho de tener el play off al alcance de la mano pesa, pero no tanto por el hecho de que ahora sea un objetivo factible cuanto porque «la afición tiene mucha ilusión y un gran entusiasmo. Lo que hay que hacer es seguir con tranquilidad, confiando en el trabajo, y corregir el error de la Penya».
Subraya un dato: «Dependemos de nosotros y quedan cuatro finales, estamos bien, estamos trabajando bien. Si ganamos las cuatro, el sueño está cumplido. Vamos a por ello, sabiendo que es difícil. Nos faltan dos salidas complicadas, ante rivales de abajo, y dos partidos en casa también difíciles, frente a equipos de la zona alta. Queda el último esfuerzo».
Su vocación ofensiva no le impide converger con el pensamiento unánime que apunta a la defensa como el factor diferencial: «Cuando estamos compactos atrás, a los rivales les cuesta mucho sumar y eso nos da confianza en cada ataque, porque sabemos que, si no anotamos, lo podemos compensar en defensa. Eso fue lo que nos ocurrió ante el Joventut, que nos hizo muchos puntos».
Quizás los adversarios vayan conociendo cada vez más los mecanismos defensivos del Obradoiro. No obstante, Corbacho advierte de que no es fácil, ni aplicarlos ni descifrarlos: «Tenemos jugadores muy apropiados para este tipo de juego, y hay detalles distintos para determinados partidos. Pero incluso para nosotros es complicada. Es arriesgada, pero sacamos ventaja en muchos encuentros. Para el adversario también es difícil de estudiar. Si estamos agresivos y con piernas, aunque se analice mucho, no es nada fácil de atacar».
Pase lo que pase, para Corbacho esta será una temporada inolvidable. Figura entre los aleros de la Liga Endesa que está recibiendo más votos de la afición y su nombre suena entre los que sobrevuelan la primera convocatoria del seleccionador, Orenga. «Es algo -comenta- que compensa toda mi carrera, que ha sido muy dura. Ahora estoy con mucha confianza. Santiago me la ha dado».
A los seguidores solo les pide una cosa: «Que sigan disfrutando. Es una afición a la que le apasiona el baloncesto. Estar en esta categoría es un privilegio. Y, ahora, el play off es un sueño por el que vamos a darlo todo. En deporte siempre hay alegrías y tristezas, pero esta gente siempre está a nuestro lado, en los buenos momentos y en los malos. Eso es lo más bonito».