El Obradoiro y el Lagun Aro medirán estilos opuestos

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Uno prefiere los partidos a setenta puntos, el otro crece cuando anota más de ochenta

24 abr 2013 . Actualizado a las 20:53 h.

El Obradoiro Blusens Monbus visitará este sábado a un Lagun Aro que apura sus últimas opciones de permanencia en la Liga Endesa. A falta de cuatro jornadas, está a tres victorias del Cajasol, el Valladolid y el Fuenlabrada, y tiene el basketaverage a favor con estos dos últimos.

El colectivo de Moncho Fernández, después de la derrota ante el Joventut, buscará un triunfo que le permita seguir dependiendo de sí mismo para entrar en el play off.

Y, si bien donostiarras y badaloneses no son equipos simétricos, sí que tienen ciertas similitudes, ya que ambos despliegan un baloncesto racheado. En las filas del Lagun Aro, jugadores como Woods, Morris Finley o Salgado son capaces de hacer un descosido en un visto y no visto a poco que les acompañe la inspiración.

Los vascos, como los catalanes, se sienten más cómodos en los partidos que se van a los ochenta o los noventa puntos. Así lo dicen las estadísticas, de forma incontestable.

De las ocho victorias que lleva el colectivo de Sito Alonso, en seis anotó 80 o más puntos: le hizo 89 al Manresa en el Nou Congost, 94 al Valladolid, otros 94 al Manresa, 86 al Fuenlabrada en el Fernando Martín, 86 al Murcia y 89 al C.B. Canarias. En las otras dos, firmó 79 puntos ante el CAI Zaragoza y 76 contra el Valencia. El Joventut solo ha ganado dos de sus catorce encuentros anotando menos de 80 puntos: 79 ante el Unicaja y 73 en San Sebastián.

El Obradoiro, en catorce de sus quince triunfos ha dejado al rival en 71 puntos o menos. Y solo ha ganado un encuentro de tanteo largo, el de la primera jornada frente al Manresa en Sar, 83-78.

A la vista de los números, parece evidente que al colectivo de Moncho Fernández le interesa más un partido de mucho control, como fue el de la primera vuelta.

En aquella ocasión se impuso por 71-60 en un partido bastante raro. Los donostiarras ganaron el primer, el segundo y el último cuarto con parciales ajustados. Sin embargo, en el tercero encajaron un demoledor 22-4.

Pero desde entonces han elevado notablemente su rendimiento. En la segunda vuelta, Woods se ha convertido en la gran referencia ofensiva. Y los fichajes de Morris Finley y de Iván Paunic le han dado más cuajo al equipo.