El Barça recibe al PSG con un buen resultado y muchas dudas sobre Messi

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Messi entrena con normalidad y Tito Vilanova tendrá que decidir si juega de inicio

10 abr 2013 . Actualizado a las 02:22 h.

El Paris Saint Germain pondrá el miércoles a prueba a un Barcelona que se juega el pase a las semifinales de la Liga de Campeones lleno de dudas. Pese al valioso empate 2-2 en París en la ida de los cuartos de final, el Barça tiene fundadas razones para no confiarse. Primero, por sus bajas. Segundo, porque duda si contar desde el inicio con su gran referente, Leo Messi. Y tercero, porque «el PSG no es un equipito», como bien avisó el centrocampista azulgrana Xavi Hernández.

El Barça vive en estos días pendiente de sus caídos, comenzando por Messi. El argentino sufrió una pequeña lesión muscular en el partido de la ida y los últimos rumores avisan de la posibilidad de que comience el partido sentado en el banquillo. «Sigo trabajando mucho en mi recuperación. Estoy bien», dijo esta semana el argentino en las redes sociales. En el último entrenamiento, al menos en los 15 minutos abiertos a la prensa, Messi trabajó con aparente normalidad y mete más presión a Tito Vilanova para tomar una decisión: forzar o no a su gran estrella. El argentino entró en la lista de convocados del Barça pese a no tener el alta médica todavía.

Varios jugadores optan a tres puestos en la delantera del Barça: David Villa, Cesc Fábregas, Alexis Sánchez, Pedro o incluso Andrés Iniesta si los técnicos apuestan por añadir a un futbolista más a la medular. «Cualquiera puede rendir en esta plantilla al máximo nivel. Lo hemos demostrado cuando hemos tenido bajas», insistió Iniesta. Al menos, el partido del fin de semana en la Liga local reforzó la autoestima del Barcelona: puede meter muchos goles también sin Messi. Fábregas hizo un hat-trick y Sánchez añadió dos tantos en la goleada 5-0 al Mallorca.

Luego, y quizá todavía más importantes, están los inmensos problemas que tiene el Barça en defensa. Javier Mascherano también se lesionó en el partido de París y se unió a la prolongada ausencia de Carles Puyol, dejando al equipo con Gerard Piqué como único central experimentado. Las opciones de Tito Vilanova son varias, aunque ninguna cercana al ideal. Podría apostar por el inexperto Marc Bartra como pareja de Piqué y también, aunque menos probable, tiene la opción de bajar a esa zona a los centrocampistas Sergio Busquets o Alex Song.

En el horizonte aparece el brasileño Adriano, un lateral que apuró al máximo su recuperación y que podría reaparecer en un momento de extrema necesidad. Menos estimable es la opción del francés Eric Abidal, operado el año pasado de un cáncer de hígado.

Vilanova deberá meditar mucho la decisión, pues delante tendrá un PSG con dos delanteros de gran categoría: el brasileño Lucas Moura y, sobre todo, el sueco Zlatan Ibrahimovic. Uno de los grandes atractivos del duelo será el regreso del sueco al Camp Nou, aquel estadio del que salió por la puerta de atrás en el 2010 tras una sola temporada en el Barcelona y después de enormes tensiones con su entrenador de entonces, Josep Guardiola. Es de esperar que no haya jugador más motivado que el sueco.

Recuperado el valioso central brasileño Thiago Silva, la mayor duda del PSG se centra en ver si su técnico, el italiano Carlo Ancelotti, podrá recuperar a Thiago Motta. Lo que sí es seguro es que a la cita faltará el centrocampista francés Blaise Matuidi, sancionado, lo que abre la opción al veterano volante inglés David Beckham, criticado por su actuación en el encuentro de ida.

Lo que es incuestionable es que el PSG acudirá al Camp Nou cargado de moral después de lo ocurrido en la ida, cuando un gol en el descuento devolvió muchas opciones al conjunto francés. «Debemos viajar a Barcelona con una mentalidad ganadora para buscar el pase», afirmó el defensor Mamadou Sakho.

Pero el Barça se espera a un PSG que juegue al contraataque, como hizo en la ida. «No creo que el PSG varíe su planteamiento respecto a París. Tiene una forma de jugar muy clara. Esperará su oportunidad porque sabe que tiene que marcar. Estamos habituados a jugar estos partidos», resumió Jordi Roura, segundo entrenador del equipo catalán.