Será el único coruñés en el mítico Maratón de las Arenas
03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Últimamente, el mítico Marathon des Sables (Maratón de las Arenas) no da la salida hasta que aparece al menos un coruñés en su lista de inscritos. Este domingo lo hará en Ouarzazate (Marruecos) con la presencia de Alberto Pousada (A Coruña, 1975). Seis días y 240 kilómetros después, la meta.
-En el 2010 eran cinco los participantes coruñeses, ¿qué pasó con ellos?
-Es difícil encontrar financiación. Y eso que nos ayuda el Colegio de Abogados de A Coruña, IPGlobal y Webphone. Pero sale caro.
-¿Qué le dicen en casa?
-Mi mujer lo tiene asumido. Pero es que esto empezó de repente. En el 2007 participé por primera vez con Guillermo Liaño, pero es que nunca antes habíamos corrido ni populares. Ahora ya hacemos todas las modalidades de atletismo, incluido el triatlón.
-¿Como logra prepararse?
-No puedes hacerlo de forma específica por las condiciones propias de correr en el desierto del Sáhara. Me entreno en la montaña y en la playa, pero el desgaste es más mental que físico. Hay una etapa que tiene 80 kilómetros. Llega un momento en el que el dolor de pies, ampollas y espalda (porque tienes que cargar con tu mochila) llega a ser insoportable. La cabeza es la clave.
-¿Le compensa?
-¡Sí, hombre! ¿En qué? No lo sé. El Sáhara es espectacular. Durísimo, pero la convivencia con la gente, incluso buscando leña, es genial. Cuando acaba, tienes un subidón y un bajón al mismo tiempo. Te quedas con un vacío después de cruzar la meta, que te hace pensar en las siguientes carreras.
-¿Fuerzan mucho los participantes?
-Hay que diferenciar los aficionados como nosotros de los que van a por la victoria. Nosotros alternamos correr y caminar. Recuperamos en un mes. Pero ellos van a tope. Y tardan cinco meses en recuperar la musculatura. Yo he visto a alguno en meta al que le tenían que dar la comida en la boca. Y al día siguiente hacer 40 kilómetros con una media de doce a la hora.
-La prueba se ha hecho muy popular.
-Sí, sí, pero a pesar de ello, cuando lo comentamos, la gente nos sigue mirando raro, je je.